Las cuentas públicas crujen y el déficit fiscal acentúa la fragilidad de la cadena de pagos del Estado. El sector petrolero –y en especial los productores de gas- parece haberse convertido, en esa coyuntura, en una válvula de escape cuando las finanzas apremian. Para muestra basta un botón: por problemas de caja, Cammesa, la compañía mixta que administra el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), dejó de pagar la factura de gas que consumen las centrales eléctricas. Así lo aseguraron a EconoJournal ejecutivos de empresas privadas y fuentes gubernamentales.
Por decisión del Ministerio de Energía, que fijó el importe del gas para el mercado de generación, el precio de gas para las usinas térmicas ronda US$ 5,20 por millón de BTU. En el período agosto-noviembre, el parque eléctrico consumió, en promedio, un 35% del gas que se despacha en el país. Son entre 35 y 40 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas. Como el Estado monopoliza el abastecimiento de combustibles para las generadoras eléctricas, Cammesa debe erogar cerca de US$ 7 millones diarios por el gas que queman las plantas termoeléctricas. Son cerca de US$ 200 millones por mes. Por lo que la deuda acumulada desde agosto, por al menos tres meses, ronda los uS$ 600 millones. La cifra representa un 15% de las inversiones totales comprometidas por las petroleras para desarrollar campos de gas en 2018, que treparán hasta los US$ 4500 millones, según indicaron allegados a la cartera que dirige Juan José Aranguren.
El ministro suele destacar que, uno de los aspectos positivos de la actualización de las tarifas residenciales de gas, es la normalización de la cadena de pagos del sector. Eso significa que los hogares pagan un precio más cercano a lo que realmente cuesta generar electricidad en el país; las distribuidoras pagan a Cammesa la energía que compran en el mercado mayorista; y finalmente la compañía mixta que administra el MEM paga a los productores –con YPF, Total, PAE, Wintershall, Pampa Energía y CGC a la cabeza- la factura por el gas que se lleva el parque eléctrico. Sin embargo, ese encadenamiento se vio afectado por la propia fragilidad fiscal del Ejecutivo, que difirió los pagos a las petroleras. Algo similar a lo que sucede con el Plan Gas, el programa de estímulo que subsidia a los productores que haya incrementado su producción, dado que el Gobierno acumula una deuda de cerca de $ 27.000 millones (alrededor de US$ 1550 millones), según admitió Aranguren la semana pasada en declaraciones a la prensa tras el almuerzo en el Sheraton por el Día del Petróleo.
“Es una situación que vienen desde hace cuatro meses y por lo tanto nos preocupa, porque afecta nuestra situación de caja”, advirtió el gerente general de una petrolera. Sin embargo, desde Energía indicaron que esta semana comenzarían a normalizarse los pagos de Cammesa.
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Esta situacion de insuficiencia de fondos para asegurar el funcionamiento de los servicios publicos, es sabida por todos, con mayores precisiones debe ser bien conocida por Aranguren. En un momento en el que se plantea un severo conflicto de imagen gubernamental por la toma de fondos de la caja jubilatoria, creo que la poblacion debe saber esto. Estamos en crisis economica, no reconocerlo y participarlo a la sociedad toda, es similar a «ayudar» a los desempleados con subsidios, frazada muy corta que no nos arrima a la verdadera solucion. El pueblo debe saber lo que pasa y como se encuentra realmente su pais, mal que le pese sera la unica forma en que podremos convocar al sacrificio y esfuerzo que TODOS los argentinos debemos hacer desde ya mismo! Gobernantes afronten la situacion participando a toda la sociedad la real situacion.