Las cuatro principales empresas refinadoras –YPF, Shell, Axion Energy y Pampa Energía (ex Petrobras)- presentarán una nota al Gobierno para solicitar una serie de beneficios impositivos que viabilicen inversiones millonarias en sus plantas para cumplir con las metas de calidad de combustibles que prevé la regulación argentina. En rigor, para cumplimentar los parámetros establecidos en la resolución 5/2016 de la Secretaría de Recursos Hidrocarburíferos –entre otros puntos fija que el gasoil grado 3 (Premium) deberá tener menos de 10 partes por millón (ppm) de azufre para el 1º de enero de 2019-, las petroleras deberán invertir alrededor de 2500 millones en los próximos dos años, según cuantifican las empresas en la nota a la que tuvo acceso EconoJournal.
En concreto, lo que plantearán las compañías –la carta se cursará en los próximos días a los Ministerios de Energía, que dirige Juan José Aranguren, y de Producción, de Francisco Cabrera- es que las inversiones para alcanzar las especificaciones de calidad de combustibles no son repagables económicamente porque no generan una mejora en sí del negocio. En ese sentido, apuntan a que el Gobierno genere un régimen impositivo especial para las inversiones de naturaleza medioambiental. En rigor, es lo que sucede en la mayoría de los países, donde los estados han fijado esquemas tributarios para favorecer las inversiones que contribuyen a mitigar el cambio climático.
La nota que enviarán las petroleras consta de siete puntos. El último es que detalle qué tipo de mecanismos tributarios aspiran a obtener las empresas para amortiguar las millonarias inversiones que tienen en carpeta. Por un largo, pedirán un esquema de incentivos similar al vigente para las energías renovables, particularmente en lo referido a la amortización acelerada de las inversiones, el rápido recupero de IVA y la reducción a cero de los aranceles a la importación de bienes de capital y partes anexas. A su vez, plantearán la implementación de una herramienta complementaria, vinculada a una modificación en la forma de gravar los impuestos a los combustibles.
“Llevándolo de ad-valorem a un concepto fijo, basado en dos componentes, uno que expresa el impuesto pre-existente en su condición fija, y el otro basado en un concepto de emisión de CO2. La industria considera que este elemento de característica ambiental podría expandirse para agregar también un componente de nitrógeno (NOx) y otro de azufre (SO2), y que ambos en conjunto funcionaran como una porción del impuesto total, que la industria pasaría a recibir como forma de financiar sus propias inversiones en calidad de combustibles en la medida que se reduzcan efectivamente los niveles de estos elementos en los productos comercializados en el mercado”, detalla el texto que está siendo consensuada por las petroleras. Es decir, las petroleras que cumplan con las metas de reducción de emisiones contaminantes se beneficiarán con una reducción impositiva.
Las empresas aspiran a que el Gobierno tome en cuenta las propuestas de cara a incluirlas en la reforma impositiva que prevé aprobar en el Congreso. Las inversiones que proyectan las empresas –no hay registros de una inversión tan significativa en calidad de combustibles- deben concretarse antes de 2019. Algunas empresas ya comenzaron con las obras en sus refinerías. Otras prevén hacerlo el año que viene.
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Lo del Gas Oil es incorrecto, el Gas Oil Premium ya hoy tiene 10 ppm, lo que cambiará es el GO1500 a 1000 y la NAFTA premium a 10.