El Gobierno está trabajando en el relanzamiento del Mercado Electrónico del Gas (MEGSA). El objetivo es que para el invierno de 2018, el período de mayor demanda del fluido, los precios mayoristas se establezcan a partir de la oferta y la demanda garantizándole una mayor transparencia al conjunto de los operadores. La propuesta surgió del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), aunque en el Ministerio de Energía no están del todo convencidos de que sea el mejor momento para avanzar. Especialistas del sector consultados por EconoJournal también plantearon algunos reparos. “En un país superavitario en gas, un mercado transparente puede ayudar a bajar los precios porque los productores se van a pelear para colocar el gas, pero si la oferta local no es suficiente para abastecer a la demanda, como ocurre ahora en la Argentina, lo que puede pasar es que los precios suban al tomar como referencia la paridad de importación”, señaló un experimentado consultor del sector. En la otra vereda, desde despachos gubernamentales aclaran que es necesario avanzar en la recontractualización entre privados del mercado del gas, que durante años estuvo intervenido por el Estado a raíz del congelamiento de tarifas. «Necesitamos que productores, distribuidores y grandes usuarios empiecen a firmar contratos de compra-venta de gas a largo plazo. El MEGSA es el vehículo para avanzar en esa dirección», indicaron.
El 13 de febrero de 2004, el presidente Néstor Kirchner firmó el decreto 180/04 que facultó a la Secretaría de Energía a promover la constitución de una entidad de derecho privado con el objeto de crear y poner en marcha un mercado electrónico del gas. La iniciativa fue del entonces subsecretario de Combustibles, Cristian Folgar, y Kirchner consideró que era un aporte adecuado como parte de un plan destinado a promover inversiones en exploración y explotación de gas y garantizar el normal abastecimiento del producto. De hecho, el decreto 180/04 también incluía la creación de uno o varios fondos fiduciarios para financiar obras de expansión en el sector y salió publicado junto con el decreto 181/04 que le daba luz verde a la cartera por entonces dirigida por Daniel Cameron para avanzar con un ajuste gradual del precio del gas en boca de pozo, que terminaría con su liberación luego de un período de transición.
Como parte de esa estrategia, el 25 de octubre de 2004 se constituyó el mercado electrónico de gas, conocido como MEGSA, a partir de un acuerdo con la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Iba a ser el primer mercado spot de América Latina, pero nunca terminó de funcionar. Al comienzo, cuando las distribuidoras hicieron la nómina de contratos, quedó en evidencia que los productores de gas no podían garantizar la demanda prioritaria. Había un descalce entre oferta y demanda por un problema de volumen disponible. La intención era que la situación se normalizara para 2007, pero eso no ocurrió y el precio nunca se terminó de liberar. A su vez, el MEGSA tampoco avanzó con la réplica de los despachos, consistente en simular a través de un programa informático las inyecciones de los productores en la red de transporte y su correlato del lado de la distribución.
Desde entonces, el MEGSA quedó sólo como un espacio para registración de contratos, pero no se pactan operaciones de compra y venta de gas. A lo sumo se anuncia que hay gas disponible, pero el contrato se cierra en otro lado. El objetivo inicial era que todas las transacciones pasaran por ahí, e incluso que se hicieran operaciones exclusivas para GNC, algo que nunca ocurrió.
Ahora la intención de algunos especialistas dentro del gobierno es generar las condiciones para relanzar el MEGSA, como parte de la normalización del mercado gasífero. En el Enargas están estudiando la iniciativa. Este mercado permitiría contar con información real para todos los actores del sector lo que facilitaría, por ejemplo, saber dónde hay gas disponible, reduciendo así los costos de búsqueda. La clave para los impulsores de la iniciativa es evitar que haya precios que se negocien por fuera del libre juego de la oferta y la demanda.