El nombre de MSU está vinculado al sector agropecuario argentino desde hace un siglo y medio. Sin embargo, el holding privado inició este año una aventura nueva en la que contempla invertir una suma millonaria para convertirse en un actor de peso en el segmento de generación eléctrica. Su gerente comercial, Ricardo Fernandez Bernemgo, explica por qué dieron ese golpe de timón: “El mercado eléctrico es uno de los motores para el crecimiento del país. Queremos ser parte de ese crecimiento, ya sea en la agricultura, donde hace más de 150 años que MSU apuesta, como en el mercado de generación de energía”, resumió.
El diagnóstico que hizo MSU antes de ingresar al sector explica su decisión. Su conducción vio un sistema eléctrico en estado crítico desde hacía varios años, algo que fue corroborado con la declaración de la Emergencia Eléctrica en el año 2015. “Trabajamos sobre proyectos que pueden resolver las cuestiones ‘emergenciales’ con una muy alta eficiencia, con la mejor calidad y en tiempos de construcción muy reducidos, como así también ofrecer energías renovables de largo plazo y con condiciones muy competitivas”, agregó el ejecutivo.
En poco tiempo, la empresa puso en operaciones la Central Térmica General Rojo, un emprendimiento de 150 MW de potencia. En paralelo, continúa avanzando con otras dos obras de similares características: Villa María (Córdoba) y Barker (Buenos Aires).
Entre ambas, suman más de 1.000 puestos de trabajo. El año próximo, la empresa tendrá instalados 450 MW de potencia y se convertirá en un jugador importante en el sector de generación eléctrica. Fernandez Bernengo no oculta el hecho de que persiguen esa meta: “Nuestro objetivo principal es posicionarnos como un referente del mercado eléctrico argentino, participando en la generación de energía térmica y renovable, resolviendo los problemas actuales y futuros del país. Para ello, hemos formado un equipo muy profesional, con gran experiencia en el sector, motivado por el desarrollo integral de proyectos de alta complejidad y por su espíritu emprendedor”. Y agregó: “Esta misma estrategia ha resultado en MSU Agro (con 150 años de trayectoria en la Argentina) donde hoy es referente del sector”.
Pero ese no es el capítulo final de MSU en el mundo de la energía. Recientemente presentó 10 proyectos que totalizan una potencia de 1.700 MW. Mediante el aprovechamiento de los gases de escapes de las turbinas de gas para producir vapor y enviar a las industrias. “Esta fuente de energía tiene eficiencias térmicas superiores al 80%. Tenemos un objetivo de crecimiento importante y cada día avanzamos mucho más que el día anterior”, explicó Fernandez Bernengo.
MSU formó una alianza estratégica con General Electric (GE), líder mundial en tecnologías de generación de energía eléctrica, que le proveyó del equipamiento mediante contratos llave en mano y asistencia en la operación. “Esto fue clave para obtener el financiamiento de los proyectos”, sostuvo el ejecutivo.
De cara al futuro, los gestores de MSU creen que una vez que se resuelvan las cuestiones coyunturales de escases de energía eléctrica, el mercado está orientándose hacia la planificación de largo plazo. “Es decir, máquinas térmicas de alta eficiencia, como las cogeneraciones o ciclos combinados, incorporación de energía renovables, la 4° y 5° central nuclear e hidráulicas de gran porte. Esto tendrá un buen efecto en el precio monómico de la energía, que su vez tendrá impacto en el usuario final”, resumió Fernandez Bernengo, que también sugiere profundizar el trabajo sobre cuestiones relacionadas con la eficiencia energética.
