La cumbre Latin America Refining Technology Conference (LARTC 2017) fue el escenario de la primera exposición pública de Carlos Alberto Alfonsi, vicepresidente ejecutivo de Downstream de YPF, desde su designación como miembro del flamante Comité Ejecutivo de la petrolera.
“Disertar es siempre una situación difícil, pero hoy lo es más: la próxima vez que venga a una reunión como ésta estaré del lado del networking, dado que he pasado a una posición más corporativa. De todas formas, la pasión nunca se pierde y espero sobrellevar esta suerte de duelo interno”, reconoció el directivo.
Su presentación se centró en la realidad del negocio de refino desde un punto de vista regional, con foco en el mercado argentino. “En los últimos 10 años Latinoamérica aumentó sus importaciones de combustibles y productos refinados, mientras que Estados Unidos se volvió netamente exportador gracias al shale oil”, describió.
Se acentuó, además, el fenómeno de las ‘National Oil Companies’ (NOCs), sobre todo en Asia y Medio Oriente. “A nivel regional, estas firmas tienen una participación de casi un 90% en nuestro sector, excepto en la Argentina, donde hay cuatro empresas privadas trabajando de manera simultánea en refinación”, distinguió.
Desde su óptica, los principales retos que tiene por delante el mercado argentino son lograr un desarrollo competitivo del petróleo no convencional de Vaca Muerta (cuyas características son completamente diferentes a las del crudo Medanito), monetizar la cadena del gas natural y avanzar con procesos de desulfuración y de debottlenecking (para el manejo de crudos extra livianos). “Hoy Vaca Muerta es una realidad sostenible, inclusive en los niveles actuales del valor del crudo internacional, pero hay mucho por hacer en materia de logística para dar respuesta a los cambios de calidad del producto y de localización”, advirtió.
YPF, aseguró, ya viene transitando ese sendero frente a un mercado cada vez más competitivo con inversiones importantes para elevar la productividad en sus refinerías de Luján de Cuyo y La Plata. “Al tener márgenes pequeños, todo downstreamer está acostumbrado a trabajar en eficiencia de costos. En ese aspecto, debemos reducir las duplicidades y resolver los cuellos de botella logísticos en cada complejo”, remató.