De acuerdo a un estudio realizado por KPMG Argentina, una red global de empresas de auditoría y asesoramiento, la Argentina precisa inversiones por US$ 42.000 millones hasta 2025 en proyectos de generación eléctrica, lo que equivaldría sumar al sistema alrededor de 20.000 megawatt (Mw) de potencia. De cumplirse estas previsiones y tendencias, la potencia total instalada en el país llegaría a los 54.000 MW en los próximos diez años. Estas cifras surgen del análisis realizado por KPMG de todos los proyectos de generación termoeléctrica, hidroeléctrica, nuclear y proveniente de energías renovables que están en carpeta por el sector privado.
Dentro de estas categorías, el informe explica que las centrales térmicas con ciclos combinados son los de mayor peso ya que proporcionan cerca del 45% de la energía provista por fuentes térmicas representando alrededor del 27% del total de la energía generada. A esta fuente le siguen la hidráulica (32%), la nuclear (5%) y, finalmente, la renovable (2%).
El documento al que accedió EconoJournal resalta también el sesgo que están tomando las inversiones del sector hacia fuentes de generación más limpias, esto debido a la vigencia del Régimen de Fomento Nacional para el uso de Fuentes Renovables de Energía Eléctrica (ley N° 27191/2015) y, en paralelo, el programa RenovAR, en el cual se adjudicaron más de 2400 MW de energía renovable durante 2016 que deberían efectivizarse en los próximos años.
Al analizar la evolución del sistema en los últimos años, el informe sostiene que “el crecimiento observado en la demanda en la última década, fomentado por el congelamiento tarifario y una estructura de subsidios al consumo, en conjunto al estancamiento de la oferta por la falta de previsibilidad en el ambiente de negocios, de incentivos a la inversión, tarifas bajas y el encarecimiento de los insumos, entre otras causas, ha sido la razón principal de los problemas de abastecimiento eléctrico sufridos por el país”.
Y se cita datos de CAMMESA de los últimos cuatro años del decenio 2006-2016 cuando la demanda máxima de potencia alcanzó en promedio un 95% de la disponible, con picos del 96% al 97% y períodos cortos en los que superó el 100% (lo que disparó la importación de energía). El crecimiento de la demanda eléctrica en los últimos años estuvo cerca de duplicar el de la potencia disponible, siendo la indisponibilidad uno de los principales factores que explicaron esta brecha (que en promedio llegó al 21%).
De manera conjunta, estos puntos muestran el estado de situación del sistema y la creciente necesidad de nuevas inversiones. “No obstante, en el período 2006-2016 la demanda ha pasado de 104.600 GWh a un estimado de 138.100 GWh, lo que representa un incremento del 32% acumulado entre un año y el otro. El modelo econométrico estima que la demanda crecerá a una tasa del 3,2% anual promedio entre 2017 y 2025, llegando a los 183.700 GWh, es decir, un incremento del 33% respecto a la demanda de 2016”, agrega el documento.
Asimismo, el informe afirma que el gobierno ha dado a conocer que, según lo establecido por la Resolución 420/2016 del Ministerio de Energía y Minería, ha recibido “manifestaciones de interés” de varios grupos empresarios para el desarrollo de nuevos proyectos orientados a la infraestructura electro-energética del país que contribuyan a la reducción de los costos de generación en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y a su expansión.
El balance oficial muestra que el ejecutivo tiene en carpeta la presentación de alrededor de 200 ante-proyectos que sumarían, en caso de llevarse a cabo en su totalidad, otros 35.000 MW de nueva potencia térmica (en proyectos de ciclos combinados nuevos, cierre de ciclos y proyectos de cogeneración).
Entre las empresas que han presentado propuestas se encuentran YPF, Pampa Energía, Sullair, Albanesi, Isolux, Advance Corp, Enagás, CFEnergía, Araucaria, Enel, EPEC, Río Energy y SPI Energy, Mega, Emel, SO Energy, Sadesa, Aggreko y Genneia.
“El gobierno debe evaluar qué proyectos son viables y cuáles prioritarios con el fin de convocar a una licitación en el futuro. Asimismo, y siempre dentro de este marco, ha recibido propuestas vinculadas a nuevas obras de transporte y distribución, o de soluciones de abastecimiento en combustibles alternativos. De más está decir que si una parte o la totalidad de estos proyectos son llevados a cabo, la estructura de contribuciones de las fuentes a la potencia total proyectada a futuro podría cambiar drásticamente respecto a las estimaciones anteriores, favoreciendo a las térmicas”, concluye el informe.