Ricardo Darré le escapa a las marquesinas. La visibilidad y exposición público no son terrenos donde se sienta cómodo. Es el CEO de YPF, pero su zona de confort se reduce al área técnica de la industria petrolera. Por eso prefirió recibir a un grupo de periodistas en un yacimiento en medio de la meseta desértica de Neuquén.
De hablar pausado, su palabra revela un evidente resabio de la gramática francesa, el idioma que más habló en su carrera profesional. Darré volvió a la Argentina tras casi 30 años de trabajo ininterrumpido en Total, la principal petrolera del país galo. El CEO de YPF fue el anfitrión de una recorrida por las instalaciones de Loma Campana, el mayor desarrollo hidrocarburífero en Vaca Muerta, de la que participaron cinco medios, entre los que se encontraba EconJournal.
El ejecutivo indicó que a partir de 2019 YPF invertirá entre 2500 y 4000 millones de dólares por año en el desarrollo de Vaca Muerta y también de proyectos de tight gas. En cualquier caso, la cifra implicará al menos triplicar el nivel de desembolsos actual, que en 2017 contempla un presupuesto de US$ 750 millones para extraer shale oil y shale gas desde Neuquén.
Gustavo Astie, gerente de Negocio No Convencionales y quien está a cargo de la arquitectura de proyectos de YPF en Vaca Muerta, analizó el potencial de las 28 áreas donde está presente la petrolera bajo control estatal (19 como operador y las 9 restantes como socio). “Gustavo trabajó sobre una serie de proyecciones a futuro, como el recorte de los costos de desarrollo y los precios de los hidrocarburos. De ese estudio se desprende que a partir de 2019 deberíamos invertir entre US$ 2500 millones y US$ 4500 millones para desarrollar nuestros recursos no convencionales”, precisó Darré ante la consulta de este medio.
Sin embargo, el directivo advirtió que, en el contexto actual signado por precios amesetados en los 50 dólares, los inversores norteamericanos prefieren invertir en EE.UU. en lugar de venir a la Argentina. “ExxonMobil acaba de pagar US$ 60.000 por acre por un campo de shale oil en el Permian (un play no convencional de EE.UU.)”, aclaró Darré a modo de ejemplo. Es casi 10 veces más de lo que cuesta hoy el acre en Vaca Muerta. YPF cerró en abril un asociación con Shell en el área Bajada de Añelo: cada acre de esa área cotizó en 7200 dólares.
«Hoy Vaca Muerta es puro recurso. Lo que pasa es con que el barril (de petróleo) a US$ 50, los inversores me dicen ‘vení a verme el año que viene’. Hay un contexto donde las grandes petroleras internacionales, como Chevron, Shell y Total, están focalizadas en otros proyectos. Pero van a llegar más capitales una vez que mostremos que los hidrocarburos están ahí y bajan los costos. Es pico y pala. Los resultados son muy recientes», señaló.
En 2019 YPF prevé encarar en simultáneo el desarrollo de 17 campos no convencionales. Hoy son apenas seis si se computan los desarrollos de tight gas en Río Neuquén y Rincón del Mangrullo y Estación Fernández Oro (EFO).
«A las petroleras internacionales las tienta más el nuevo Gobierno, porque ven que pueden sacar los dividendos (de sus operaciones) y no hay cepo cambiario. La extensión del plan Gas -un precio especial para lo extraído en Vaca Muerta- es buena para la inversión», destacó Darré.
Un periodista le consultó quiso saber si Darré tenía críticas para la gestión anterior de YPF, a cargo de Miguel Galuccio. “Cualquier comentario negativo que haga de la etapa anterior afectaría también al equipo que viene trabajando en Vaca Muerta y que ha conseguido tantas cosas positivas. Hay que mirar para adelante”, afirmó.