La petrolera controlada por el Estado diseñó al menos cuatro clusters conformados por áreas secundarias en distintas provincias. Apuesta a desinvertir en esos campos para concentrarse en el desarrollo de proyectos más rentables, fundamentalmente en Vaca Muerta. Si bien el proceso es incipiente, YPF ya firmó acuerdos de confidenciales con varias petroleras independientes y también con empresas de servicios que podrían re-convertirse en operadoras.