Si el dólar oficial sigue cotizando por debajo de los 1200 pesos y el Brent navega sobre los 65 dólares, la intención del gobierno es aprovechar la baja del precio del petróleo —que en sí mismo explica 60% del costo de los combustibles antes de impuestos— para recuperar el cobro del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono, que arrastran un atraso desde que la administración anterior congeló el componente impositivo del valor final de los combustibles para mantener pisado el importe de las naftas y gasoil.