Según el economista Nicolás Arceo, por cada cinco dólares que baja el precio del crudo, el sector pierde alrededor de 1.400 millones de dólares en ingresos, lo que podría traducirse en una reducción significativa de las inversiones proyectadas para Vaca Muerta, que para 2025 eran de unos US$ 11.000 millones. Esta baja impactaría en la capacidad de reinversión de las empresas lo que podría derivar en un menor nivel de actividad.