La suba en los surtidores que se aplicará en las próximas horas se explica por la actualización del impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y también por el aumento del precio regulado de los biocombustibles y el impacto de la devaluación del peso. Por eso, fuentes privadas señalan que el incremento de las naftas y gasoil partiría de un piso del 7% y podría ser mayor si las refinadoras quieren reconocerles a los productores un precio cercano al internacional, tal como se comprometió el gobierno.