El sector continúa a la espera de la primera subasta de potencia para esta tecnología, prevista inicialmente para comienzos de 2023. Mientras tanto, los españoles ven cada vez más difícil alcanzar el objetivo de elevar de 1 a 3 gigawatts la capacidad instalada. Advierten, además, la posibilidad de perder parte del conocimiento tecnológico desarrollado en los últimos años.