La petrolera independiente, controlada por un grupo de accionistas con presencia en otros segmentos de la industria energética, es la que presentó las ofertas económicas más altas para adquirir campos maduros de YPF ubicados en el norte de Neuquén y de Mendoza. También negocia, aunque en este caso con competencia con otra empresa, la compra de áreas en Río Negro. La empresa está transitando el due diligence confirmatorio para oficializar la adquisición de los bloques bajo el paraguas del Proyecto Andes.