El líder del gremio de petroleros jerárquicos tomó por sorpresa a las empresas al reflotar dos reclamos históricos de la organización. Primero, pidió cambiar el diagrama de trabajo para los servicios de perforación direccional en Vaca Muerta, lo que implicaría triplicar el personal contratado. En segundo lugar, exige el pago de horas extras, un planteo que se consideraba «saldado». Trabajo convocó a una reunión para mañana en la que podría resolver a favor del sindicato. Arévalo quiere posicionar a su hijo Maximiliano, actual secretario adjunto del sindicato, como candidato natural para asumir la conducción del sindicato en 2026.