Atlas Renewable Energy, empresa estadounidense especializada en el desarrollo de proyectos renovables, posee actualmente una cartera de 5 gigawatts (Gw) en Latinoamérica, con proyectos repartidos entre Colombia, México, Brasil, Uruguay y Chile. En este último país, la firma controla tres emprendimientos ya en marcha: Javiera, de 69,5 megawatts (Mw); Quilapilun, de 127 Mw; y Sol de Desierto, de 230 Mw. Además, tiene en construcción el parque eólico Alpaca de 417 Mw. En total, la compañía sumará unos 843,5 Mw renovables en Chile.
En diálogo con EconoJournal, Alfredo Solar, regional manager de Chile y Cono Sur en Atlas Renewable Energy, asegura que el potencial del mercado renovable chileno despierta un gran optimismo. Desde su óptica, el país ha mostrado “un compromiso sólido” con la transición energética, lo cual se refleja en el planteamiento de la Política Energética Chile 2050 y en la responsabilidad para alcanzar el objetivo de la neutralidad de carbono en el mediano plazo. “Las energías renovables tienen mucho que aportar, tanto para limpiar la matriz energética como para apoyar la descarbonización de otras industrias clave”, afirma.
En este sentido, señala que las políticas públicas y los marcos regulatorios por parte del Gobierno han “fomentado un ambiente de inversión atractivo” para el sector renovable y del almacenamiento. Cabe recordar que, según el último informe estadístico de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), la participación de las energías renovables no convencionales (ERNC) acumulada del año 2024 corresponde al 40% de la matriz eléctrica local.
Sin embargo, a pesar de que Chile se encuentra en un momento de aceleración dentro de la transición energética, Solar advierte que el sector también se está enfrentando a los desafíos que implica este mismo proceso de cambio. Al analizar a fondo esta idea, comenta que el primer aspecto a trabajar será la relevancia de mantener una certidumbre regulatoria por parte del Gobierno nacional, algo que hasta ahora ha impulsado al sector renovable en el país.
Otro punto que destaca el regional manager de Chile y Cono Sur en Atlas Renewable Energy es continuar con el despliegue de los sistemas de almacenamiento energético. “Desde Atlas Renewable Energy tenemos clara esa perspectiva y estamos trabajando de forma comprometida en el desarrollo de estos sistemas”, indica.
Solar subraya la importancia de integrar estas tecnologías. “Son necesarias para gestionar la variabilidad de las energías renovables y asegurar un suministro constante. Además, la regulación y las políticas deben seguir evolucionando para fomentar inversiones sostenibles y facilitar la adopción de nuevas tecnologías”, enfatiza.
No es para nada despreciable, en su opinión, el rol a desempeñar por parte del “storage”. “Será clave para el futuro del sector de energías renovables en Chile. La capacidad de almacenamiento permite equilibrar la oferta y la demanda de energía, gestionando la intermitencia inherente a fuentes como la solar y la eólica. Con sistemas de almacenamiento eficientes, la energía generada durante períodos de alta producción puede ser guardada y utilizada cuando la producción baja, asegurando un suministro constante y fiable”, argumenta.
Acuerdos de suministro
Recientemente, Atlas Renewable Energy firmó dos importantes acuerdos de suministro concretados con Codelco, el mayor productor de cobre del mundo, y con Copec. Ambos contratos fueron respaldados principalmente por sistemas de almacenamiento BESS, con los que proyectan el desplazamiento de 7,2 terawatts/hora (Twh) de energía en la red durante su período operativo de 15 años.
Solar comenta que el desarrollo del almacenamiento energético tendrá un fuerte impacto en este punto, permitiendo distribuir la energía de una manera más uniforme y evitando los vertidos renovables. Por otra parte, el ejecutivo hace hincapié en la necesidad que expresa el sector renovable chileno de mejorar la infraestructura destinada a transportar toda la energía generada.
En esa dirección, sostiene que la congestión en las redes de transmisión es uno de los principales desafíos a sortear en la industria energética chilena. “A medida que aumenta la generación de energía solar y eólica, la capacidad para transportar esta energía desde las zonas de alta producción a los centros de consumo se ha visto limitada, causando cuellos de botella”, asevera.
Independientemente de la cuestión del almacenamiento, el especialista recalca la necesidad de invertir en la expansión y modernización de la infraestructura de transmisión eléctrica por parte de la administración nacional. “De esa manera será posible reducir los cuellos de botella y mejorar la capacidad de la red para manejar la energía generada”, concluye.