El gobierno celebró hoy la finalización del gasoducto Néstor Kirchner, el nuevo caño troncal que conectará la cuenca Neuquina con el sur de la provincia de Buenos Aires. Lo que resta para las próximas semanas serán los trabajos de commissioning, tal como se conoce en la industria al cumplimiento de las normativas de seguridad y el llenado de gasoducto.
Oscar Sardi, CEO de Transportadora Gas del Sur (TGS) que está a cargo de la operación y mantenimiento del nuevo caño, precisó que “la tarea de llenado del gasoducto es simple, pero también compleja. Lo primero que hay que hacer es extraer todo el aire que el caño tiene y después ir presurizándolo en los 560 kilómetros que posee”. En ese sentido, explicó que “esto va a requerir unos 25 millones de m3 de gas y es una tarea que va a demandar, desde que empieza la inyección en el momento inicial hasta el momento final que el caño queda totalmente presurizado, 30 días”.
Frente a esto, el ejecutivo de TGS afirmó en el evento Midstream & Gas Day, organizado por EconoJournal que “desde el momento que abramos la válvula son 30 días para ponerlo en servicio y que el gas empiece a circular. Son 30 días para que se vea el movimiento del gas transfiriendo a los tramos finales de TGS para llegar a CABA, GBA y Buenos Aires”.
Los planes de la compañía
En el evento, Sardi también se refirió a los planes a futuro que se han fijado en TGS. En esa línea, adelantó que “el principal objetivo de la compañía es tener una planta en Tratayén que la podamos transformar de acondicionamiento a procesamiento de gas”. “La idea es hacerla de tipo modular, de manera tal de poder ir expandiendo gradualmente la capacidad de la planta en la medida que vaya creciendo la producción. Hoy estamos instalando dos plantas de acondicionamiento de gas, con una inversión de US$ 250 millones”.
En ese sentido, el ejecutivo de TGS comentó: “Las plantas que compramos tienen la particularidad de poder convertirse en procesamiento con muy poco dinero. Un módulo de 6,6 millones de metros cúbicos (m3) por día tiene un costo de unos US$ 130 millones”. “La idea es crecer en el futuro a medida que crezca la producción para ir abasteciendo de manera anticipada y programada las necesidades que van a ir generando las infraestructuras de transporte regulado”.
Asimismo, explicó que la producción de líquidos “se debe complementar luego con el transporte de esos líquidos hasta un puerto en Bahía Blanca donde se realiza la separación, el almacenamiento y posterior exportación de los productos. Todo esto tiene mucho material importado que en las actuales condiciones del país es algo que lleva tiempo”.
Proyectos de LNG
Tras ser consultado por la agenda de la compañía en materia de Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglás en inglés), Sardi informó: “Estamos evaluando un proyecto de tipo modular para instalar en Bahía Blanca que tiene como objetivo colocar en el mercado internacional la producción de gas de Vaca Muerta”.
A su vez, advirtió que “los proyectos LNG son iniciativas de inversiones importantes que necesitan una evaluación técnica-económica muy profunda, pero también el soporte de una regulación. Este proyecto está en proceso de evaluación. Nuestra propuesta está siendo evaluada técnicamente en distintas empresas del exterior”. “Entendemos que a fin de año vamos a tener la respuesta de las empresas y condiciones para poder definir si hace sentido una planta modular. La idea es empezar por dos módulos de un millón de toneladas por año cada uno”, precisó.
Sobre el negocio de crudo
Ante la posibilidad de que la transportista se involucre también en el transporte de crudo, Sardi anticipó que “es posible que en algún momento surja ‘TGS oil’”.
Además, se refirió a los proyectos de ampliación que encaró la compañía en el último tiempo. En este sentido, comunicó: “Acabamos de terminar una ampliación. Duplicamos la capacidad de acondicionamiento. Se pasó de 7,5 millones de metros cúbicos a 15 millones”. “La inversión que estamos realizando va a poner en condiciones dos plantas de acondicionamiento de gas, el año que viene, que son las que eventualmente, ante la necesidad de un cliente o un productor de querer producir propano butano en Tratayén pueden pasar de modo acondicionamiento a modo procesamiento”. “La producción de propano butano en Tratayén está pensada en el mediano y largo plazo. Multiplicará por tres la producción”, indicó.
El trabajo de TGS en Vaca Muerta y la necesidad de un marco regulatorio
Sobre el trabajo de la transportista en Vaca Muerta, Sardi sostuvo que “la idea de invertir en Vaca Muerta la tuvimos en 2012, pero recién en 2016, con la llegada de nuevos accionistas coincidimos en que era necesario invertir en infraestructura allí. Fue una inversión a riesgo”. “Generamos un sistema de 115 kilómetros de gasoductos con una capacidad de 60 millones de m3 y durante tres años estuvimos transportando 2 millones de m3”, aseveró.
En esa línea, el referente de TGS se refirió al Plan Gas y sostuvo que “nuestro sistema permitió que el plan, que se firmó en 2020, pudiera ingresar de inmediato en el invierno del 2021 y completar la capacidad ociosa tanto de TGS como de TGN”.
Aún así, advirtió que “ni la industria ni las autoridades tienen muy en cuenta el segmento del midstream y no hay regulaciones que ayuden. Hay que poner el foco ahí, es parte de la infraestructura”. “El midstream ayuda a unir la producción con el consumo. Esa es una parte, después se sigue con el transporte regulado. El que pone en condiciones al gas es el midstream”
Por esta razón, consideró: “Necesitamos tener un marco regulatorio, necesitamos las mismas condiciones que tienen los productores. Nosotros hoy tenemos limitaciones importantes para consolidar alguno de los proyectos que ya tenemos en ejecución”.