NEUQUÉN.- El gobernador electo de Neuquén, Rolando Figueroa, inició el viernes formalmente la extensa transición que lo conducirá al 10 de diciembre, cuando pueda finalmente tomar las riendas de la provincia tras ocho meses de espera. El dirigente se reunió por la mañana con Omar Gutiérrez en la Casa de Gobierno, más por calmar a los inquietos de afuera que por charlar cuestiones operativas, pues se mantienen contacto permanente desde que el domingo ocurrió el inédito «batacazo«.
En su primera semana como mandatario electo, Figueroa dosificó su popularidad. El lunes, tras recuperarse del festejo hasta la madrugada, dio una sola entrevista y partió el martes a Buenos Aires. La excusa fue retomar su actividad como diputado nacional, de la que estaba de licencia desde el 2 de marzo. El plato fuerte, el almuerzo que tenía comprometido con Sergio Massa y su par ganador de Río Negro, Alberto Weretilneck.
Por fuera de la devolución de gentilezas (al tigrense se lo señaló desde siempre como uno de sus principales sponsors en la contienda electoral), Figueroa está interesado en el aval para uno de sus proyectos insignia, orientado a captar parte de la renta que generen las exportaciones futuras de gas y petróleo. Sabe que necesitará un shock de inversión pública en los primeros meses de gestión para ratificarse frente al electorado que demandó un cambio el 16 de abril.
Inflación y dólar
Figueroa también sabe que aún tiene muchas variables para despejar en estos ocho meses de transición y, por ello, no anticipará jugadas. Hay ansiedad por conocer su futuro gabinete, la participación que tendrá su multifacético espacio de colectoras en el gobierno y el vínculo que le quedará con el Movimiento Popular Neuquino. Con tantos cabos sueltos que no puede controlar, le conviene más sentarse a mirar que arriesgar un desgaste antes de asumir.
Una de esas incógnitas es la economía con la que deberá tomar el poder desde el 10 de diciembre.
Los últimos movimientos del dólar no hacen prever un escenario calmo de aquí en adelante, mucho menos la inflación. La provincia lleva acumulado un 22,9% en los primeros tres meses del año, más de un punto arriba que el promedio nacional que mide Indec. Esa variable determinará, no solo los índices de pobreza con los que dará inicio a su gobierno, que ya son malos (38,4% de la población más un 4,3% que vive en la indigencia), sino el margen que tendrá su presupuesto para planificar hacia adelante.
Gutiérrez debería presentar la previsión de recursos y gastos del 2024 el 31 de octubre, como marca la Constitución de Neuquén: ¿será una elaboración conjunta con Figueroa, una imposición de sendero o le cederán la aprobación de la herramienta a la nueva Legislatura?
La negociación que enfrente con los sindicatos estatales a partir de enero también dependerá de la economía que reciba. Si la suba de precios no desacelera, a Figueroa no le quedará otro remedio que continuar con los ajustes automáticos atados a la inflación, la receta que inventó la gestión de Gutiérrez para contener los conflictos salariales de los últimos años.
Un nuevo gobierno
No menor será el desenlace de las elecciones presidenciales que se realizarán este año. El gobernador electo de Neuquén aún no sabe quiénes serán sus interlocutores en el gobierno nacional y qué “camiseta” deberá elegir para sentarse a gestionar obras y recursos para la provincia. Figueroa es un pragmático experto, por lo que ya esquivó la pregunta acerca de cuál sería su preferencia electoral en las PASO de agosto. “Falta muchísimo y no sabemos quiénes son los candidatos”, aclaró. También insistió con que el suyo es un proyecto provincial y está charlado con el resto de los espacios que apoyaron su candidatura que no tomará partido.
Eso no quita que, ya con los resultados en la mano, Figueroa pueda optar por uno u otro tono al momento de sentarse en la Casa Rosada. Además de Massa, apoyaron su candidatura dirigentes importantes del PRO como el propio Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. Pese a lo que se publicitó desde Buenos Aires, en el partido aclararon esta semana que fueron estos últimos dos los que más trabajo le aportaron al candidato. Leticia Esteves, diputada reelecta y con mucha proyección en la provincia, viajó el mismo lunes para agradecerle al jefe de Gobierno su participación en la campaña.
La del PRO fue la colectora que más votos le sumó a Figueroa después de sus listas madre, Comunidad/Desarrollo Ciudadano, y ya tiene dos diputados asegurados en la próxima Cámara y podría sumar dos más una vez que se conozca el recuento definitivo. La que reunió a referentes del peronismo bajo el sello del Frente Grande, tuvo 6.000 votos menos que la encabezada por Esteves y se quedó afuera: no alcanzó el 3% necesario para ingresar al reparto proporcional del D’Hondt.