El precio internacional de carbonato de litio en enero se ubicó por encima de los US$ 80.000 la tonelada. Para fines de marzo está cotizando en alrededor de US$ 65.000 por tonelada. La caída representa un 22,5% en el primer trimestre. La tendencia se observa también con una baja de 12,6% respecto al mismo mes de 2022. Además, en las últimas dos semanas, el mineral descendió un 9,6%, según la consultora internacional Fastmarkets, una de las dos firmas a nivel internacional que publica el precio de referencia del mercado chino de litio, el mayor demandante del mundo.
Según fuentes consultadas por EconoJournal que conocen de cerca el intercambio comercial del litio a nivel internacional, “hay una baja generalizada del precio spot y se debe a varios factores. Por un lado, la demanda de autos eléctricos en china disminuyó. Hay una explicación estacional, que tiene que ver con la menor demanda por el año nuevo chino. La caída del precio también se explica por el menor consumo de los stocks de carbonato y de hidróxido de litio de las empresas que hacen baterías”.
Las mismas fuentes explicaron que otro factor que está incidiendo en el precio del litio este trimestre tiene que ver con una “presión por los contratos a plazo que está cerrando la compañía china CATL (Contemporary Amperex Technology Limited, el mayor fabricante de baterías del mundo), con precios menores”. De todos modos, las fuentes sostuvieron que “no va ser una baja sostenida, va a cambiar la tendencia”.
En búsqueda del equilibrio
Pese a la baja en el precio, la oferta en el mercado de litio a nivel mundial todavía no llega a cubrir la demanda. Si bien la producción creció significativamente entre 2021 y 2022, aún no hay suficientes proyectos en operación comercial para abastecer el ciento por ciento de las -cada vez mayores- necesidades mundiales. Los cuatro principales productores del mundo, como son Australia, Chile, China y la Argentina, vienen escalando la producción, pero los nuevos proyectos mineros no alcanzan para cubrir la exponencial suba de la demanda. Por esta razón, el precio aumentó un 400% entre 2021 y 2022.
Según las mismas fuentes, la oferta demorará algunos años en cubrir a la demanda y esto va a generar que en el corto plazo el precio del litio deje de bajar. “El valor se va a mantener porque se trata de una caída de reacomodamiento (con algunos factores estacionales). Va a bajar el precio del litio, pero se va a recuperar, no creo que a los valores estratosféricos en el que estaba, pero si va a haber un equilibrio cercano a los 50.000 o 60.000 dólares la tonelada en el precio spot”, describieron. Este valor sigue siendo relevante, sobre todo teniendo en cuenta que a principios de 2020 las transacciones eran por US$ 6.000 la tonelada.
Además, habrá que esperar cuál es el impacto en el precio del litio que tendrá la decisión que tomó el lunes pasado la Unión Europea de dejar de vender autos a combustión interna con combustibles fósiles a partir del año 2035, que generará una mayor demanda de vehículos eléctricos para el parque automotor europeo. “Los impactos en el precio no son inmediatos, se demoran. El precio del litio va a subir”, concluyeron las fuentes consultadas.
De dónde surge el precio
Hoy el litio no es un commodity con un precio publicado, por ejemplo, en el London Metal Exchange como ocurre con el cobre. El valor a nivel internacional surge de las consultoras Fastmarkets y Benchmark Mineral Intelligence, que observan principalmente las ventas de la compañía chilena SQM a China, el mayor demandante del mundo de carbonato de litio equivalente (LCE, por sus siglas en inglés). De allí surge un precio promedio de la tonelada en los contratos a plazos, que son de seis o doce meses.
Estos contratos generan un primer precio para que la demanda se asegure una provisión. Luego, los grandes fabricantes de baterías del gigante asiático negocian un nuevo valor, que es el precio spot (actualizado cada día), el mismo que en el primer trimestre del año cayó de US$ 80.000 a US$ 65.000 la tonelada.