El balance energético comercial mostró un déficit de US$ 3987 millones en los primeros seis meses de 2022, según un reporte del Instituto de Energía de la Universidad Austral y la consultora HUB Energía elaborado en base a datos de la Secretaría de Energía y el Indec. La cifra evidencia una aceleración alarmante, pues en apenas un semestre se estuvo a punto de alcanzar el déficit de US$ 4898 millones registrado a lo largo de todo 2021.
En esa línea, se exhibe que durante 2022 se dio un fuerte incremento en el total de las importaciones lo que contribuyó a esta tendencia negativa, que se explica -en gran parte- por el aumento en el precio de los combustibles a causa del impacto que tuvo el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. En mayo el déficit fue de US$ 1038 millones, mientras que en junio representó US$ 1439 millones.
Además de esta situación, Argentina, ante la falta de gas, se vio obligada a importar gasoil a fin de abastecer a las centrales eléctricas, lo que también repercutió en el monto de las importaciones. A lo que se le sumó la ausencia de modificaciones en materia de exportaciones.
No obstante, en el documento se destacó que el balance energético comenzó a ser negativo en abril de 2021, el cual se incrementó a causa de las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) que tuvo que realizar el país con la llegada del buque regasificador de Exemplar a Bahía Blanca.
Además, también se detalla que hubo un aumento del desbalance durante el mes de julio de ese mismo año, situación que se explica por los picos de la demanda invernal.
En ese mismo sentido, se remarcó que el menor consumo de gas que se presentó en septiembre de 2021 revirtió la tendencia, pero que las mayores importaciones de combustibles líquidos para las centrales eléctricas fueron lo que provocaron que la balanza comercial tuviera un saldo negativo en noviembre y diciembre.