El gobierno aprobó con una pérdida de US$ 90,7 millones para solventar con fondos públicos el funcionamiento durante 2022 de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), una empresa estatal que tiene a su cargo la explotación de carbón y la generación de energía eléctrica en Santa Cruz, aunque en los hecho produce, eventualmente, sólo una ínfima cantidad del mineral y prácticamente no inyecta energía a la red. La empresa funciona bajo la órbita del Ministerio de Economía, hoy a cargo de la flamante titular Silvina Batakis, que este martes aprobó, con la firma de Martín Guzmán, un déficit operativo de más de $ 11.000 millones.
Lo hizo a través de la Resolución 517/2022, publicada este martes en el Boletín Oficial. El actual interventor de YCRT es Germán Arribas, que reemplazó a Aníbal Fernández en septiembre de 2021, cuando este fue nombrado como ministro de Seguridad por Alberto Fernández.
Pérdida operativa
En concreto, el Ministerio de Economía aprobó una pérdida operativa por parte de YCRT de $ 11.882 millones para este año. Lo más llamativo es que la empresa sólo proyecta ingresos genuinos por $ 47,4 millones, es decir, menos del 1% de lo que realmente costará mantener operativa la compañía durante este ejercicio, dado que los gastos de operación treparán hasta los $ 11.930,27 millones .
Teniendo en cuenta el tipo de cambio promedio de 131 pesos que prevé el Presupuesto 2022, que no fue aprobado en el Congreso, el déficit operativo de YCRT ascenderá a los US$ 90,7 millones.
YCRT es una empresa que está ubicada en Santa Cruz y, según los planes originales, se diseñó para operar una mina de carbón, una usina térmica de 240 MW y un complejo ferroportuario de aguas profundas. Ninguna de las tres divisiones está operativa.
Ingresos
Según los anexos de la Resolución 517, Yacimientos Río Turbio está computando como ingresos genuinos a las las transferencias que recibe del Tesoro para poder pagar salarios. En rigor, deberían ser asentados como aportes de capital, que este año subirán a los $ 9.741 millones. Pero la firma los computa como “ingresos corrientes”.
La empresa no tiene producción de energía desde hace años y apenas produce un mínimo de carbón, casi insignificante para lo que, en los papeles, demandarían la usina térmica. En cambio, el mayor costo es de salarios, ya que de un total de $ 11.930.270.000 de gastos corrientes, hay un total registrado de $ 9.584.470.000 que corresponden a gastos de remuneraciones.
El funcionamiento a pérdida de YCRT contrasta, además, con lso objetivos que la Argentina se fijo en materia ambiental. El año pasado el Ministerio de Ambiente se fijó metas ambiciosas —a través de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés)— precisamente para reducir las emisiones de dióxido de carbono. En lugar de eso, el gobierno gastará este año casi US$ 100 millones para cubrir los costos de una empresa encargada de producir carbón que ni siquiera está en condiciones de producir el mineral.