La posibilidad de que Estados Unidos, Europa y sus aliados apliquen un boicot a los hidrocarburos rusos disparó los precios del crudo y el gas. El crudo Brent tocó los US$ 139,13 por barril y a las 10 hora argentina cotizaba a US$ 124,81, mientras que el WTI llegó a US$ 130,50 por barril y retrocedió luego a US$ 122,86. En el caso del gas, hay bajas chances de que Europa frene las importaciones, pero igual en el Dutch TTF los contratos de futuro para el próximo mes volaron en la apertura hasta superar los US$ 100 por MMBtu.
En el Dutch TTF, punto de comercio virtual de gas en Europa, la jornada del lunes abrió con los contratos de futuro para el mes de abril saltando un 75% hasta los € 345 por MWh. Es un nuevo precio récord del gas y que equivale a más de 100 dólares por MMBtu. Los precios se moderaron luego pero siguen cotizando un 32% arriba. A las 10 horas de Argentina los contratos para el mes de abril están en € 255/MWh, algo más de US$ 80 por MMBtu.
La fuerte suba se produce en el marco de crecientes discusiones en Europa y Estados Unidos sobre los potenciales beneficios y riesgos de prohibir las importaciones de hidrocarburos desde Rusia como respuesta a su avanzada militar sobre Ucrania. La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo el domingo que ir en esa dirección no tendría sentido ya que no sería sostenible en el largo plazo. «No sirve de nada si en tres semanas descubrimos que solo nos quedan unos pocos días de electricidad en Alemania y, por lo tanto, tenemos que revertir estas sanciones», dijo. De todas formas, agregó que Alemania esta dispuesta a «pagar un precio económico muy, muy alto» pero «si mañana en Alemania o en Europa se apagan las luces, eso no va a parar los tanques».
Presión de Estados Unidos
La presión alcista en los precios internacionales de los hidrocarburos está directamente ligada a la creciente posibilidad de que Estados Unidos prohíba las importaciones desde Rusia.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, dejó abierta esa posibilidad el domingo durante una entrevista con CNN. «Ahora estamos hablando con nuestros socios y aliados europeos para considerar de manera coordinada la posibilidad de prohibir la importación de petróleo ruso, mientras nos aseguramos de que todavía haya un suministro adecuado de petróleo en los mercados mundiales», dijo Blinken. Por otro lado, la congresista demócrata y presidenta de la Cámara Baja del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, se manifestó la semana pasada a favor de prohibir las importaciones de crudo desde Rusia.
Las nuevas señales políticas favorables a un embargo sobre el crudo ruso contrastan con la postura inicial de intentar que las sanciones económicas sobre Rusia afectaran lo menos posible sus exportaciones de crudo y de gas. La forma de hacerlo fue dejar a ciertos bancos rusos relacionados con el comercio de hidrocarburos fuera del alcance de las sanciones.
Pero ocurre una paradoja que beneficia a Rusia. En los hechos las empresas están comprando menos crudo y productos refinados a Rusia debido a las dificultades concretas para realizar las operaciones de compra y el temor a ser eventualmente alcanzadas por las sanciones. Pero esas menores compras elevan los precios internacionales, compensando parcialmente a Rusia los menores volúmenes exportados con mejores precios.
En un mercado global con una oferta tan ajustada de petróleo el aislamiento de un jugador central como Rusia altera las perspectivas. Rusia venía exportando por día algo más de cuatro millones de barriles de crudo y otros tantos en productos refinados antes de la invasión a Ucrania. Reemplazar esa oferta no es sencillo y los mercados no ven una acción decidida de Estados Unidos para incrementar su producción de petróleo, ni mucho menos una reacción de Europa en esa dirección.
Tampoco es sencillo en lo político. Una disrupción aún mayor en la oferta mundial de crudo tendrá un impacto mayor en los precios de los combustibles, que ya vienen al alza. El promedio de los precios de la nafta en Estados Unidos superó el sábado la barrera de los 4 dólares por galón, algo que no ocurría desde 2008. La perspectiva es que los precios de las naftas y de los combustibles en general sigan subiendo en los próximos días. Son datos desalentadores para el cumplimiento de las metas de inflación y que impactan sobre el gobierno en año electoral.