Chile adjudicó la construcción y explotación de una línea de corriente continua de alta tensión (conocida como HVDC por sus siglas en inglés) de 1500 km que facilitará el transporte de energía renovable del norte al área metropolitana del país. El proyecto Kimal-Lo Aguirre demandará una inversión millonaria y transformará al país trasandino en el segundo de la región en contar con una línea de corriente continua de alto voltaje.
El Coordinador Eléctrico Nacional de Chile (CEN) adjudicó esta semana la obra al consorcio Yallique, conformado por las empresas ISA Inversiones Chile, Transelec Holdings y China Southern Power Grid International. Por la explotación futura de la línea el consorcio percibirá U$S 116 millones anuales.
Con una inversión de U$S 1500 millones, la obra de transmisión eléctrica será la más importante de Chile en tiempos recientes y una de las más relevantes en Sudamérica. “La línea Kimal-Lo Aguirre se transformará en la primera línea de corriente continua del país y por sus características contribuirá sustancialmente en el desafío de avanzar sobre el desarrollo sustentable y alcanzar la carbono neutralidad para el 2050”, dijo el subsecretario de Energía de Chile, Francisco López, en ocasión del lanzamiento de la licitación internacional.
Características e impacto del proyecto
El proyecto Kimal-Lo Aguirre permitirá conectar directamente la región de Antofagasta en el norte del país con la región metropolitana de Santiago. Facilitará la integración y el transporte de más generación con fuentes renovables desde el norte al centro del país.
La línea de 600 kV de tensión recorrerá 1.500 kilómetros y tendrá una potencia de transporte de 3000 MW. La construcción tomará al menos 84 meses y podría estar operativa hacia fines de 2028. “Durante el período de construcción de esta línea, se estima que se generaran algo más de 5.000 empleos”, declaró el presidente del CEN, Juan Carlos Olmedo.
Chile cuenta actualmente con tres sistemas de interconexión: el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el Sistema de Aysén (SEA) y el Sistema de Magallanes (SEM). El sistema SEN es el de creación más reciente e importante, fruto de la unión en 2017 del Sistema Interconectado Central con el Sistema Interconectado del Norte Grande.
Una vez operativa, la línea Kimal-Lo Aguirre se integrará al sistema SEN aunque operará en paralelo a las líneas de corriente alterna que componen dicho sistema. Esto permitirá una conexión directa entre el norte y centro del país, facilitando la integración y transporte de energía principalmente solar desde Antofagasta y aliviando las congestiones existentes en el sistema de corriente alterna. “Permite un sistema más robusto y resiliente en el centro-norte de nuestro país”, subrayó López.
Ventajas de la corriente continua
El interés por los sistemas de corriente continua de alta tensión crece a medida que los países van integrando mayores cuotas de generación renovable. Con la línea Kimal-Lo Aguirre, Chile será el segundo país de Sudamérica en contar con un sistema de este tipo dentro de sus fronteras, luego de Brasil.
La principal ventaja de los sistemas HVDC sobre los de corriente alterna radica en las distancias. “Un sistema de corriente continua tiene un costo fijo más alto que un sistema en alterna, pero cuando las distancias son grandes se comienza a licuar ese costo fijo y comienza a ser más competitiva una línea HVDC que la misma potencia en alterna”, explicó el ingeniero eléctrico Adrien Sergent, consultado por este medio. También destacó que las líneas HVDC no requieren de subestaciones y reducen las pérdidas en grandes distancias, además de permitir acoplar distintos sistemas de corriente alterna.
En el mundo existen sistemas HVDC que totalizan una potencia de transporte superior a los 300.000 MW. El 70% de la potencia se encuentra en Asia, principalmente en China. Luego vienen Europa con un 12% y América del Norte con un 10%. En la cola se encuentran América del Sur con un 6% y África con un 1%.
Brasil cuenta con dos líneas HVDC de 4000 MW. La más reciente es la línea que conecta Belo Monte con el Estado de Río de Janeiro, finalizada en 2019 y con una extensión de 2.539 kilómetros que hacen de esta la mayor línea de transmisión de América Latina. Con la línea Kimal-Lo Aguirre, Chile se transformará en el segundo país de Sudamérica en contar con esta tecnología dentro de sus fronteras. El Ministerio de Energía y Minas de Colombia deslizó este año la posibilidad de licitar una línea HVDC en el futuro.