CAF, el banco de desarrollo de América Latina, se convirtió en el primer emisor latinoamericano en colocar bonos bajo la tasa SOFR (Secured Overnight Funding Rate), consolidada como una tasa alternativa de reemplazo a la tradicional tasa LIBOR, que durante las últimas décadas fue la referencia en los mercados y está en proceso de descontinuación. La emisión se realizó por USD 400 millones a tres años y un cupón de SOFR+62 puntos básicos y fue estructurada por JP Morgan.
“Estamos muy satisfechos por la confianza de los inversionistas en la solidez financiera de CAF y en atraer recursos para apoyar los planes de acción de los países para mejorar el bienestar de la población y la reactivación económica de la región. También nos enorgullece estar a la vanguardia de los mercados”, aseguró Renny López, presidente ejecutivo interino de CAF.
Ante la desaparición de la tasa de referencia LIBOR, que refleja el tipo de interés promedio al que una selección de bancos se presta dinero sin cobertura en el mercado monetario, SOFR surge como una alternativa eficiente al ser utilizada por los bancos para fijar el precio de los derivados y préstamos denominados en dólares. La tasa SOFR es administrada por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y publicada en el sitio web http://www.newyorkfed.org
El Banco de Desarrollo de América Latina lleva a cabo desde hace tres décadas una estrategia de diversificación de sus fuentes de financiamiento, a través de una presencia ininterrumpida en los mercados globales de capital. El organismo multilateral promueve el desarrollo sostenible y la integración regional, mediante una eficiente movilización de recursos para la prestación oportuna de servicios financieros múltiples, de alto valor agregado, a clientes de los sectores públicos y privado de los países accionistas.
CAF cerró el 2020 con un récord de más de USD 14.000 millones en aprobaciones de préstamos, la mayoría destinados a atender los efectos de la pandemia en la economía y en los sistemas de salud, así como a mejorar las infraestructuras digitales, terrestres y energéticas. Al cierre de su 50 aniversario, acumuló un total de más USD 200.000 millones aprobados desde 1970, para promover el desarrollo sostenible y la integración regional.