SICA Metalúrgica Argentina S.A. diseña y produce recipientes sometidos a presión y equipos de proceso para la industria química y oíl & gas. Con más de 35 años de trayectoria, logró consolidar una presencia internacional activa gestionando negocios en más de 20 países -principalmente en los mercados de América y el Sur de África-, sin perder de vista el desarrollo a nivel local. Esteban Weidmann, gerente comercial de SICA, participó del Ciclo de Entrevistas de EconoJournal y contó de qué modo se organizó la compañía ante un escenario marcado por la pandemia y las dificultades macroeconómicas del país.
Weidmann explicó que “hoy se está reactivando la perforación de pozos que no es el área del tipo de equipamiento que hacemos. Somos productores de bienes de capital y trabajamos cuando los pozos se ponen en régimen de producción. Entonces, estamos viendo una reactivación, pero todavía no se llegó a una circunstancia de normalidad”.
Proyecto eólico
En 2010, la empresa fundada en 1984 por Jorge Simonutti, inició su cuarta y más reciente unidad de negocios basada en la producción de torres eólicas. Este desarrollo finalmente se cristalizó en 2017, cuando SICA suscribe un joint venture con el grupo internacional Haizea Wind, una empresa española referente del mercado eólico.
En la planta de la metalúrgica en la provincia de Santa Fe trabajan actualmente 180 personas sumadas a las 160 que se desempeñan en la fabricación de torres eólicas en el mismo predio industrial. Hoy, Haizea-Sica produce más de 450 tramos de torres por año, en un proceso de constante expansión y generación de fuentes de trabajo para la ciudad y la región.
Si bien el mercado de energías renovables tiene potencial, en la actualidad el escenario no está claro y son varios los proyectos relentizados o suspendidos. En este sentido, respecto de la decisión de inversión en medio de una coyuntura cambiante, el gerente de SICA señaló que “nadie invierte con una mala perspectiva de mercado. El potencial de Argentina sigue intacto ya que el 70 por ciento del territorio tiene capacidad para generar energía eólica de un modo rentable”.
“Si teniendo el recurso los proyectos no se desarrollan es por los problemas de inversión e inestabilidad macroeconómica. En eólico, nuestros socios invirtieron creyendo en el negocio y nosotros mantenemos la planta a partir de la salida exportadora. Uno quisiera que la producción vaya a parques argentinos, pero como los proyectos están paralizados estamos exportando a Estados Unidos”, agregó Weidmann.
Con el objetivo de que las empresas nacionales generen un valor agregado con anclaje en el país contribuyendo a la generación de riqueza federal, para Weidmann es fundamental alcanzar la estabilidad económica, la seguridad jurídica, la continuidad estratégica y la conciencia de que hay sectores que tienen competitividad para insertarse a escala global. “Tenemos que superar la grieta e ir al terreno político para construir una estrategia como nación. De lo contrario, los mismos argentinos no tenemos la confianza para invertir. Ni siquiera confiamos en nuestra moneda entonces la clave está en reconstruir los valores fundamentales”, sostuvo.
Ventana de oportunidad
Teniendo en cuenta la importante existencia de recursos energéticos y las carencias en materia de infraestructura para sacar provecho, el ejecutivo indicó que existe una ventana de oportunidad para que el país obtenga rédito en divisas: “Hay un potencial exportador que debemos trabajar tanto el sector público como el privado, porque en 20 o 30 años no sabemos que cuestiones pisarán fuerte en la matriz energética mundial. Por ejemplo, la agenda de descarbonización y conversión a movilidad eléctrica ya tienen un peso importante”.
Con la aceleración de procesos de transformación a velocidad que demostró la pandemia, Weidmann estipuló que el futuro sin emisiones de carbono está cerca y el período fuerte de ventana de oportunidad está en los próximos 15 años.
El futuro del GNL y el hidrógeno verde
“Tenemos buenas expectativas con el Gas Natural Licuado (GNL) y su disponibilidad en el mercado local porque dentro de los hidrocarburos es el más amigable y permitiría a industrias y localidades alejadas geográficamente del sistema troncal de gasoductos tener acceso al gas natural”, señaló Weidmann mirando con buenos ojos el desarrollo del GNL como oportunidad de crecimiento.
En rigor, muchas compañías ya no se visualizan como meras empresas petroleras. El surgimiento y el desarrollo de combustibles alternativos como el hidrógeno verde (obtenido a partir de energías renovables), conforman la gran expectativa global a largo plazo.
Como una de las 30 empresas fundadoras del Consorcio para el desarrollo de la Economía del Hidrógeno en Argentina (H2ar), SICA colabora con los equipos que la industria hidrocarburífera necesita y, al mismo tiempo, acompaña los procesos de transformación energética. En palabras del ejecutivo: “El desafío es producir hidrógeno verde a costos competitivos y la energía eólica puede ser la clave para eso”.