Marcos Bulgheroni cree que Vaca Muerta está “en un punto de inflexión” y que es necesario un marco regulatorio para promover las exportaciones de gas natural. En el marco de la CERAWeek, la principal conferencia de energía de Norteamérica, el CEO del Grupo Pan American Energy brindó este miércoles su visión sobre el presente y el potencial de la principal formación de shale gas en Argentina.
Durante un panel sobre el potencial del gas natural en América Latina, Bulgheroni destacó los logros alcanzados en la formación neuquina. “La producción actual en Vaca Muerta es de alrededor de 22 millones de metros cúbicos por día. Representa 25% de la producción de gas. Si se suma la producción de tight gas se llega al 40% del total nacional”, remarcó el ejecutivo de PAE. También destacó la eficiencia creciente en la perforación de pozos y las inversiones por 20.000 millones de dólares realizadas por la industria local e internacional en la última década.
“Creo que podemos ver un gran potencial de crecimiento en la producción. El interrogante es cómo alcanzamos ese potencial, cómo conectar el mercado local primero con los mercados regionales, pero también con los mercados internacionales”, evaluó Bulgheroni.
Según Bulgheroni el desarrollo de los mercados internacionales es prioritario, dadas las reservas existentes en la formación, que “representan seis veces el consumo del país en los próximos 20 años”. “El mercado doméstico y de los países vecinos no es suficiente para satisfacer este tipo de desarrollo. La conclusión rápida es que se necesita desarrollar o encontrar el mercado internacional y por supuesto ir por el mercado asiático”, dijo Bulgheroni.
Encarar ese desafío implica competir con Estados Unidos en el mercado mundial del GNL. Para ello el precio de exportación del gas argentino debe ubicarse “en un rango de 2,5 y 3 dólares”. “Competir con Estados Unidos es una buena medida del tipo de precios que necesitamos regionalmente para poder exportar”.
La necesidad de una Ley
Bulgheroni entiende que para eso hace falta un marco regulatorio para la promoción de las exportaciones de gas natural en general y de una planta de gas natural licuado en particular. «Para el GNL en particular y en relación con el desarrollo de los mercados internacionales se va necesitar una ley regulatoria que hoy no tenemos, específicamente para una planta de licuefacción de gas. Una planta de GNL es necesaria para desarrollar todo el potencial de Vaca Muerta”, dijo.
El CEO de la petrolera argentina destacó que no existen mayores obstáculos desde el punto de vista técnico para poder exportar. “Construir los gasoductos desde Vaca Muerta a Bahía Blanca o Rio Negro, que son lugares con buenos accesos, con puertos de aguas profundas, es bastante sencillo. Es un terreno plano y desértico”. Pero la principal cuestión es la regulatoria. “Es necesario cumplir con este proyecto dentro de un marco macroeconómico y un marco regulatorio”, enfatizó.
También fue optimista sobre las posibilidades de industrializar el gas natural. “Estas reservas no solo serían exportadas como GNL sino que también serían industrializadas en la petroquímica. Hay un gran potencial para la industrialización del gas como complemento a las exportaciones de GNL”, concluyó.
0 Responses
Interesante proyecto , creo que es lo que se hablaba ya hace un par de años ; la planta de GNL en puerto Galvan o puerto Cuatreros en Bahia Blanca también los gasoductos que estaban en proyectos , como los loop de los existentes. Ojalá se concreten.
Para exportar gas licuado ,no solamente se necesitan casi los 21.000 u$s, para la instalación total, sino que hay que valuar internacionalmente
la patente tipo petróleo para hacerlo. Son cosas que deben estudiarse.-
Tenemos gas para 250 años al consumo actual y tenemos otra vaca muerta sin explotar ni explorar con un potencial similar, que esperamos?? Que el hidrógeno termine con esa tremenda riqueza tapada??
Hay que dejar de dar vueltas y arrancar con todo de una vez por todas!
Marcos… te va a convenir ponerla en chile y exportar gas por caño.
No. Es mas caro y no elimina el riesgo argentino, que es el riesgo de la molécula de gas
Imposible. El mercado ya no contrata LNG a largo plazo y si quisiese mejor ir a comprar a Estados Unidos o Qatar. Mas que leyes de hidrocarburos o de promocion de proyectos de exportación hagan que existan instituciones y que al menos se cumplan las leyes que ya existen.
Hay que evitar que volver a los barcos gasiferos !!!!
Estimado Marcos, sabes que te respeto, y mucho más a tu padre, aunque no pienso ni actuó como él lo hacía, un emprendedor como pocos en el último siglo en nuestro país, y algunos más en los albores de la patria.
Vos sabes y tenes en claro cuánto de esos 20.000 millones de dólares los puso y sigue poniendolos el Estado Nacional.
Yo siempre he tenido la misma sensación que vos respecto de la relación de potencial 6 veces, 20 años de consumo, incluso un poco más, pero no lo veo hoy, la relación producción/ reservas de gas declaradas por las compañías no suman más de 8/10 años, el resto son todavía recursos, y respecto de este tema hay que tener cuidado, el país ya emprendió en la década del 90 esta experiencia y todas las reservas que supuestamente respaldaban esa exportación, cuando vino la primer complicación desaparecieron en dos años, esto es fácil de ver en las estadísticas de la Secretaria de Energía.
Si las empresas se pusieran de acuerdo con el estado en la metodología de cómo convertir estos recursos en reservas y asumen su responsabilidad sobre ellas seguro que estaríamos en el potencial que suponemos, y con ello resolveríamos el principal escollo, de esta manera devendría resuelto el riesgo molécula (como expresa el amigo Sureda), que yo no comparto que haya existido nunca, ya que sobre el autoabastecimiento el artículo 6to. de la 17.319 es claro y no permite tener dudas en quienes tienen la responsabilidad (zanjando la diferencia entre riesgo país y cumplir con las leyes).
Por los precios no tenés que hacerte problema, la curva de aprendizaje ya hoy permite esos costos (2,5/3 US$/mmbtu) y todavía tiene margen, ya hoy varias compañías están produciendo entre un 22 y un 27% por encima de sus curvas tipo.
Claro que EEUU es un competidor de cuidado, que ha mejorado con esta tecnología parte de la dependencia energética que tenía y tiene, pero el hecho de ser un país que representa aproximadamente el 5% del total de la población mundial y consume el 25% de la energía que consume el mundo hace que todavía el 25% por ciento de la energía que consume deba importarla, es por ello que las exportaciones estuvieron mucho tiempo prohibidas, y al día de hoy, solo son posibles con pedidos de autorización previa.
Por otro lado, hay un manojo importante de variables que en esa competencia juegan a favor del País, como es de tu conocimiento los espesores del manto de nuestra roca madre son (en vaca muerta) entre cuatro y cinco veces superiores a los que dispone EEUU en sus yacimientos, la cantidad de materia carbonosa en porcentaje es entre dos y tres veces superior en nuestro país y las presiones de la roca madre son superiores entre dos y dos veces y media.
Pero además de lo expresado en este último párrafo, las profundidades de roca madre en nuestro país son superiores a los 2800 / 3000 metros, cuando en EEUU en algunos de los yacimientos relevantes estas profundidades son escasamente 500 / 600 a partir de lo cual existen importantes superficies de yacimientos sobre los que diversas autoridades de control han inhibido su explotación hasta que no se compruebe adecuadamente la impermeabilidad absoluta entre esa roca madre y el ambiente, ya que si existieran (fraking de por medio) filtraciones por esta metodología de extracción – aun en muy pequeños porcentajes – el impacto que tendrían contra el medio ambiente sería mucho más relevante que las bondades que el propio gas tiene en su consumo sustituyendo a combustibles líquidos o sólidos ( ½ y ¼).
Por último, en el compendio de ventajas relativas respecto de EEUU, es que, aquello que siempre actuó y seguirá actuando por mucho tiempo, que es el mayor desarrollo y consumo del hemisferio norte (donde se encuentra EEUU) respecto del sur es que seremos abastecedores a contra estación (cuando EEUU requiere de mayor energía y a nosotros nos sobra) lo que implicaría además un mecanismo importante para compensar la estacionalidad del consumo en nuestro País.
Los dos desafíos que creo serán los más difíciles de sortear son: i) Como garantizar que con el tiempo la exportación mutará de primaria a industrializada (definiendo sobre el total del gas equivalente exportado en el tiempo cual es el porcentaje objetivo que lo sea como un producto derivado), este es un mascaron de proa que se ha utilizado en muchos emprendimientos que ha intentado el país sin lograr resultados mínimos satisfactorios, en algunos casos ha sido peor como por ejemplo en los biocombustibles que habiéndose desarrollado relativamente en poco tiempo en los últimos tres años el estado con sus medidas lo está destruyendo, y donde el sector de los hidrocarburos en alguno de los biocombustibles saca cuentas al menos cuestionables (pone en discusión subsidios ajenos y no los propios ni evalúa los beneficios secundarios ambientales, ni aun la relevancia que pueden tener los biocombustibles en el autoabastecimiento interno evitando precios de paridad de importación que es una locura que ocurre hace mucho tiempo en el país). Este primer desafío lo pueden resolver los productores, siendo independientes en producir hidrocarburos, pero uniéndose para una o varias actividades industriales en cascada, hay algunas experiencias en el país (fabricación de urea, polo petroquímico entre otros) y una gran mayoría de las compañías extranjeras ya lo hacen en distintos lugares del mundo (integradas en refinerías – Petroquímicas entre otras varias actividades) o si esto no fuera posible, uniendo volúmenes producidos y buscar socios que venga al país para resolver la parte industrial que se dedicara a exportar. Esta transferencia en el tiempo de exportación primaria a industrializada tiene que estar incluida de una manera concreta – con plazos que podrán atender desviaciones razonables – pero de cumplimiento obligatorio; ii) El resultado del programa debe ser bueno para el país dándole competitividad a nuestra industria, una mayor calidad de vida a nuestros habitantes haciendo que el autoabastecimiento y la razonabilidad de los precios internos fluyan naturalmente en el proceso económico resultante (*).
Entiendo Marcos que sos uno de los representantes importante de la generación que tiene la responsabilidad, de poner el esfuerzo necesario para que estos dos puntos se conviertan en realidad, si ello no es posible ninguna propuesta tiene sentido.
(*) el punto incluye que deberá acordarse los dólares que se quedarán en el país.
Efrain, el tema tiene más de 12 años de antigüedad; vamos adelante Lucas esa es la actitud que debemos tener, Marcos (el opinante en respuestas) no te reprimas si ese es tu pensamiento debieras intentar el éxito en el exterior.
Omar te contesto por separado por que es más largo, primero hay que sacar las cuentas, argentinas es un país muy extenso (poco más de 5000 kms. de largo por poco más de 1000 de ancho promedio), los yacimientos están en los bordes norte, sur y oeste con distancias entre 1300 y 2800 kms, respecto del baricentro de consumo que sin duda está en el triángulo que conforman las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa fe; con lo cual al menos una de las regasificadoras permitiría optimizar el uso de combustibles en inviernos (capacidad de compra spot en temporada baja internacional reemplazando líquidos internos) y fundamentalmente disponer de una importante herramienta que de flexibilidad al abastecimiento (pulmón) ya que es el equivalente de ponerle al país un yacimiento capaz de producir 15/20 millones de metros cúbicos día en la zona de mayor consumo, además en el abastecimiento competiría con los costos de transporte de gas optimizándolo. En cualquiera de las circunstancias con seguridad uno de los barcos regasificadoras va a dar bien en términos económicos, el país no solo va a ser neto exportador, sino que va a tener capacidad en la etapa de menor consumo del mundo (que es el momento de mayor consumo interno) spotear importaciones a menores precios que los de exportación enganchados en contratos firmes.