Mientras el gobierno zigzaguea sin dar precisiones sobre las tarifas residenciales de gas y electricidad, que permanecen congeladas desde 2019, las distribuidoras de electricidad elevaron su pasivo con Cammesa, la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista (MEM). Era previsible: sin una recomposición de tarifas a la vista, las empresas eléctricas de todo el país incrementaron su deuda con Cammesa para afectar lo menos posible su situación de caja.
Para ponerlo en blanco sobre negro: como no saben cuándo y cuánto recompondrán sus ingresos —que están atados a lo que cobran vía tarifas—, las distribuidoras acentuaron una posición defensiva y se pararon sobre su caja dejando de pagar la energía que toman del sistema. Como resultado, la deuda de las eléctricas con Cammesa trepó en diciembre a 142.887 millones de pesos y se incrementó un 9,2% con respecto al mes anterior, según el informe de cobranzas al que accedió EconoJournal.
En picada
«La continuidad del congelamiento tarifario lleva a que las empresas destinen una porción cada vez más grande de sus ingresos a cubrir costos y por lo tanto se les achica el margen para cubrir el pago de la energía que toman del mercado mayorista«, explicó un directivo del sector.
El índice de cobrabilidad de diciembre se ubicó en el 55%. La tasa es superior al momento más duro dela cuarentena, cuando en abril de este año llegó apenas al 30%. Pero sigue siendo inferior con respecto al mismo mes del año pasado, ya que diciembre de 2019 alcanzó al 84 por ciento. La tendencia es clara: la cobrabilidad del sistema viene en caída. Por lo que la cadena de pago del sector eléctrico es cada vez más endeble.
De acuerdo al informe oficial, Cammesa debería haberle cobrado a las distribuidoras 26.845 millones de pesos por las transacciones correspondientes al mes de octubre que vencieron el 8 de diciembre. Pero percibió 14.774 millones.
Los mayores deudores
Edesur pagó apenas el 33% de lo que compró en octubre y es la distribuidora que más debe a CAMMESA, con un rojo acumulado de más de 20.800 millones de pesos. Edenor, la otra gran distribuidora del AMBA, tuvo un desempeño diferente: no sólo abonó todo lo que compró en octubre sino que también pagó $ 1.140 millones para achicar su deuda total.
Con todo, el rojo acumulado con la empresa controlada por Pampa Energía supera los 18.000 millones de pesos. La tercera distribuidora que más le debe a CAMMESA es la santafecina EPE, que acumula un rojo de $15.356 millones y en diciembre pagó apenas el 23,8% de lo que consumió de electricidad.
Las distribuidoras del Noreste Argentino son las que acumulan las deudas más altas en términos relativos. Por ejemplo, la misionera EMSA desembolsó un 58% de lo que le correspondía en el último pago y acumula una deuda de $12.623 millones. En una situación similar se encuentra la chaqueña Secheep que apenas abonó un 10% en diciembre y registra un rojo de casi 10.000 millones de pesos.
Rojo estructural
La mendocina EDEMSA es otra de las distribuidoras más endeudadas con Cammesa. En diciembre pagó sólo el 19% de lo facturado en octubre y acumula un rojo de $ 9.813 millones. En tanto que la cordobesa EPEC pagó el 25% y debe $6.758 millones.
En Chubut, la Dirección Nacional de Servicios Públicos y las cooperativas Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn, Rawson, Sarmiento y Trelew no pagaron absolutamente nada en diciembre y acumulan en conjunto una deuda que supera los 12.000 millones de pesos. Cooperativa Gaiman es la excepción en la provincia, ya que abonó la totalidad en el último pago y figura con una deuda ínfima.
Cooperativa Bariloche, Energía San Juan y la jujeña EJESA son las únicas distribuidoras de todo el país que están al día con CAMMESA.