La pandemia frenó la actividad petrolera en el país con caídas record de producción y exploración. Sin embargo, en el caso argentino parece haber disimulado una crisis que ya venía evidenciándose como consecuencia del congelamiento precio del crudo y los combustibles decidido por Mauricio Macri en agosto del año pasado y los cuellos de botella generados por la falta de infraestructura. De hecho, antes de la aparición del coronavirus, las petroleras habían comprometido para este año inversiones en Vaca Muerta por 3841 millones de pesos, un 20% por ciento menos que en 2019.
El menor nivel de actividad que se preveía para este año antes de la cuarentena está expresado en los principales ítems de las declaraciones juradas que presentaron las petroleras a la Secretaría de Energía.
Inversiones en gas
La mayor caída se registra en la perforación de pozos productores de gas, ya que en 2019 la inversión fue de US$ 1.079,5 millones y la prevista para este año era tan solo de US$ 144 millones (un 87% menos). La inversión planificada en plantas de tratamiento de gas era un 70% menor a 2019; en gasoductos iba a ser un 44% menor y la reparación de pozos iba a sufrir una caída de 41%.
El año pasado las petroleras ya proyectaban está caída en la perforación de pozos de gas y lo atribuían no solo al congelamiento de precios sino también a problemas de infraestructura. Por ejemplo, Alejandro Bulgheroni, chairman de PAE señaló en septiembre del año pasado en la XII Argentina Oil & Gas que estaban en condiciones de desarrollar reservas de gas de más de 15 TCF en sus bloques, sin tomar en cuenta la participación correspondiente a sus socios. No obstante, aclaró que se iban a concentrar en petróleo. “Podemos producir mucho más gas, pero no podemos seguir adelante porque no tenemos medios de evacuación”, remarcó.
En ese mismo encuentro el entonces CEO de YPF, Daniel González, también había manifestado su malestar por el congelamiento de precios decidido por el gobierno de Macri. “El congelamiento tiene para nosotros un impacto de entre US$ 100 y US$ 120 millones por mes, lo que nos hizo ajustar nuestras operaciones en un número similar”, aseguró. “Hasta que no esté un poco más claro el futuro del gas, seguiremos direccionando más inversiones al petróleo”, agregó en aquella jornada.
Inversiones en petróleo
A diferencia del gas, las petroleras tenían previsto incrementar la perforación de pozos productores de petróleo un 20%, ya que en 2019 los desembolsos habían sido de US$ 1.551,4 millones y en 2020 las empresas tenían previsto desembolsar US$ 1.859,7 millones.
Los otros ítems donde se previa una mayor inversión que en 2019 son: perforación de pozos avanzados US$ 115,8 millones (134%); reparación de pozos con US$ 55 millones (122%); baterías y plantas de deshidratación con US$ 395,5 millones (8%); oleoductos, que iban a demandar US$ 123 millones (53%).
Pandemia y derrumbe
La situación luego cambió de modo brusco por llegada del coronavirus y la implantación de una cuarentena a partir del 19 de marzo para intentar contenerlo. De hecho, la petrolera YPF, por ejemplo, informó que en el segundo trimestre su inversión se contrajo un 72,4% y en el upstream el derrumbe llegó al 78%. La compañía reconoció en su balance que en el segundo trimestre directamente no tuvo actividad exploratoria.