Los escritos, pensamientos y tendencias sobre la nueva manera de liderar están cada vez mas instalados en los ámbitos empresariales y por otro lado en personas que quieren tomar ese camino de consciencia.
A pesar de esto, tomando como referencia este Cisne Negro sanitario, nos demuestra que el liderazgo está en decadencia y debemos estar alerta a ello.
Observamos líderes sin un rumbo, sin planificación, sin observación general, sin intuición, rodeados de personas sin capacidades, sin dejar sus visiones particulares para tomar decisiones.
Obstinados sobre sus creencias o necesidades, que priorizan economía o solo salud sin considerar que las consecuencias de sus decisiones recaen sobre las personas. En realidad no manifiestan intereses egoístas que subyacen en sus comportamientos visibles.
Para evitar este quiebre del liderazgo, se debería trabajar en la formación para liderar en políticos, empresarios, docentes, ciudadanos etc, quienes tienen roles fundamentales en la vida de las personas ya que se evidencia que la mayoría persiguen como prioridad sus intereses personales, dejando de lado a quienes deben inspirar, guiar, ayudar o contener.
El impacto negativo que tienen estos líderes individualistas, se da en grupos de amigos, ámbitos escolares y de trabajo; ciudades y países.
La pandemia nos hace repensar que necesitamos líderes que nos unan con un propósito, no que nos dividan.(Facundo Manes)
Nos encontramos en una crisis sanitaria, económica, laboral y social que nos dejara un gran aprendizaje.
Descubrimos en este contexto que países y organizaciones no estaban preparados para enfrentar una pandemia, independientemente de sus características, tamaños y actividades.
Las consecuencias que se desprenden de esta situación crítica deberían transitarse coordinando de manera sistémica todos los sectores relevantes, conformando equipos que prospecten teniendo en cuenta los distintos escenarios, cadenas de suministros y tecnología, con el claro objetivo en el cuidado de la salud de todas las personas que componen su conjunto por sobre las estrategias y los objetivos previamente definidos, con la confianza y la comunicación como ejes principales que ayuden a cohesionar a las personas.
Ej un gobernador podría liderar el manejo de crisis de su país sin tener privilegios para su provincia. En una empresa podría ser el responsable del sector producción teniendo la mirada puesta en el todo de su organización. Otra opción es elegir personas externas que no estén contaminadas por sus intereses particulares.
Debemos convertirnos en líderes y transmitirlo a quienes nos rodean
De aquí emanan elementos que deberíamos considerar para ser sostenibles y sustentables de ahora en adelante en el mundo. Estos son la Responsabilidad individual (RI) la Responsabilidad social Empresarial (RSE) y la Responsabilidad Social Pública o Gubernamental (RSP)
Si no medimos lo que se ve y lo que no se ve, no podemos evaluar. Sin evaluación no hay mejoras y sin mejoras no hay evolución. Medir, medir y medir – comunicar, informar para tomar decisiones. Siempre y solo con la VERDAD!!! (Eduardo Meljin)
Liderar en la crisis implica activar en mayor medida la proximidad al equipo (un elemento del liderazgo) estar mas cerca que nunca, escuchar sus necesidades, entender y respetar el espíritu de supervivencia que transita cada persona. Ser facilitadores, empáticos mostrando que juntos transitamos y salimos de esta incertidumbre.
Por lo tanto en estos momentos un país deberá, con la salud como prioridad, crear un consejo consultivo que coordine educación, política, economía, asuntos jurídicos y psicológicos, etc. Del mismo modo, una empresa, deberá gestionar esto como un solo núcleo que contenga todos sus departamentos. Ambos deberán enfocar sus esfuerzos para ejecutar estrategias definidas de emergencia y medir su efectividad con datos reales para corregir los desvíos.
Los líderes verdaderos inspiran la transformación de las personas y las naciones, dejando de lado su mirada e intereses personales (Eduardo Meljin)
Quienes enfrenten la crisis de forma sesgada y no articulada para atenuar los impactos, sufrirán consecuencias severas e incalculables durante y después de la crisis en aquellas actividades que no se hayan considerado.
Engrandecerás a tu pueblo no elevando los tejados de sus viviendas, si no las almas de sus habitantes. (Epicteto)
En esta nueva realidad que vivimos y viviremos, con nuevas formas de relacionarnos, de trabajar, con la tecnología acortando caminos, las instituciones deben alinear claramente las estrategias en situación de crisis (incertidumbre) realizando análisis con escenarios de prospección, aplicando modelos de gestión basados en una cultura de comunicación y confianza (conocimiento y vulnerabilidad), con políticas como herramientas que ejecutarán los líderes siendo el nexo con los colaboradores, que incrementen el compromiso, faciliten el aprendizaje, admitan el error y contengan emocionalmente.
Trabajemos en Altruismo, comunicación, resiliencia, confianza, sinergia, colaboración, cooperación, empatía, humildad y sobre todo responsabilidad social e individual y dejemos de lado el VIRUS DEL LIDERAZGO, EL EGOÍSMO.
EDUARDO MELJIN (Contador Público Nacional – Universidad Champagnat, MBA en Dirección de Empresas – Universidad Francisco Do Vitoria España, Especialización en Finanzas – Universidad de California, Pos Grado en Finanzas y Negocios Sustentables – Fundación Universitas, Pos Grado en Liderazgo y Desarrollo de Equipos – Universidad Siglo 21, Pos Grado en Gestión de Habilidades Gerenciales – UBA, Diplomatura en Formación de Equipos de Trabajo- ISAL – Programa de Psicología de Equipos de Trabajo de Alto Rendimiento, Barsa Innovation)