“No alcanzó”. El senador Guillermo Pereyra repitió tres veces esa evaluación anoche, cuando le tocó enfrentarse a la prensa y a los desgarrados militantes del Movimiento Popular Neuquino luego de confirmar su derrota en las urnas a manos del Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
“Esa famosa boleta corta” que eligió el partido provincial, sin candidato a presidente, lo dejó afuera del Senado por primera vez en su historia y le arrebató al líder petrolero uno de los mostradores que con más celo cuidó y explotó en estos últimos seis años.
Pereyra sacó poco más del 22% en la categoría de senadores y quedó a diez puntos de su adversaria de la alianza macrista, Lucila Crexell, quien obtuvo el segundo lugar. Oscar Parrilli del Frente de Todos encabezó la lista que cosechó más del 35% y le permitirá a la nueva coalición de gobierno sumar una segunda banca neuquina para el espacio, la de Silvia Sapag.
“Aceptamos el veredicto de las urnas que es inapelable”, afirmó anoche el senador emepenista, quien reconoció que se trataba de una elección “difícil” para ellos porque la gente “votó masivamente por uno u otro candidato nacional”. “Tratamos de transmitir a la gente la forma en que debería votar para mejorar la performance de las PASO, pero no alcanzó. Han cortado boleta, pero no alcanzó”, insistió.
Con casi el 98% escrutado anoche, Pereyra sumaba más de 82.700 votos, unos 3.500 más que en la instancia de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto. El MPN logró un crecimiento en los últimos dos meses de campaña, pero no llegó a revertir todos los votos nulos que esperaba: en las primarias fueron 16.000 y ayer casi 11.700.
El espacio que más sumó en las elecciones generales fue Juntos por el Cambio, que en Neuquén hizo un proceso similar que en el resto del país. La boleta que lideró Lucila Crexell tras el fallecimiento de Horacio Quiroga, quien era el primer candidato, se quedó con más de 120.000 votos, unos 27.000 más que en las PASO.
La lista del macrismo disputaba voto a voto la elección con Pereyra y terminó ganándole con comodidad. A Pereyra no le cayó bien que su compañera de bancada, ahora en otro espacio político, le arrebatara la reelección tras una campaña en la que se cruzaron títulos de “violento” para él y “falta de ética” para ella. “No la llamé. Solamente a quien ganó la elección”, aclaró ayer el candidato cuando se le consultó si la había felicitado.
Sonó a mal perdedor y acaso refleje el tono que comenzará ahora para el líder sindical sin la banca que lo llevó a los escalones más altos en las negociaciones por Vaca Muerta y le asignó el control de la estratégica comisión de Energía de la Cámara Alta. Ayer el gobernador Omar Gutiérrez pidió al gobierno que comenzará Alberto Fernández en diciembre que genere “una mesa redonda” en la que puedan participar todos los actores, desde “la dirigencia política” hasta los sindicatos. Sin eso, ambos quedarán afuera de las decisiones por la política hidrocarburífera del país.
Pereyra tendrá poco tiempo para digerir los resultados de las urnas porque aún tiene por delante la paritaria petrolera que se reiniciará mañana. En el encuentro que hubo antes de los comicios, los sindicatos y las cámaras empresarias acordaron un adelantamiento de la cuota del 9% que estaba prevista para noviembre y para este martes se había prometido discutir la cláusula de revisión por inflación que venía pateándose desde el mes pasado.
Escenarios
Dos escenarios se abren para el sector. Uno de ventaja para la parte empresarial por encontrarse con un Pereyra debilitado tras la derrota electoral y otro de desventaja para el mismo grupo, justamente por el mismo motivo. Sin espalda política, el líder petrolero ahora deberá concentrar todo su poder en la negociación gremial y algunos temen que ello pueda decantar en un escenario más tenso.
Hasta aquí, el dirigente evitó las medidas de acción directa en los yacimientos y logró llegar a las urnas con un acuerdo salarial parcial, pero cuidadosamente negociado.
Ayer en la Junta de Gobierno del MPN donde dio la conferencia para reconocer los resultados se rodeó de varios dirigentes del sindicato como el secretario adjunto Ricardo Astrada y el gremial, Daniel Andersch. En Rincón de los Sauces se quedó otro hombre de peso en el gremio, el actual intendente Marcelo Rucci, quien pudo festejar allí el 50,7% que obtuvo la lista del MPN en la categoría de senadores.
En Añelo, la capital del shale y principal ciudad de Vaca Muerta, también el electorado le fue leal. Se quedó con un 46,3% y le ganó a los partidos nacionales en la elección de senadores, aunque no pudo lo mismo en Cutral Co y Plaza Huincul donde se impuso el Frente de Todos.