YPF negocia para quedarse con el 34% de las acciones que Petrobras tiene en la firma Mega, uno de las principales jugadores del polo petroquímico de Bahía Blanca. La petrolera argentina ya controla un 38% de esa empresa, pero quiere aprovechar la retirada de los brasileños para ampliar su participación en la firma que también tiene como accionista a Dow, con el 28% restante. La cotización de la participación de Petrobras en Mega rondaría los 200 millones de dólares.
Mega tiene una planta de separación de gas en el campo Loma La Lata, con capacidad para procesar hasta 40 millones de metros cúbicos por día (MMm3/día) del fluido, y también opera una planta de fraccionamiento en el complejo petroquímico de Bahía Blanca, que puede procesar 5 MMm3/día de líquidos de gas natural. Las dos plantas están unidas por un ducto de 600 kilómetros que atraviesa las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
En su planta de fraccionamiento, ubicada en la localidad bahiense de Cangrejales, Mega recupera el etano, que constituye la materia prima básica de la industria petroquímica a partir del cual se obtiene el etileno para la elaboración de polietilenos y PVC. A su vez, aprovecha el resto de los componentes líquidos (propano, butano y gasolina natural) para otros mercados. Entre sus principales clientes figuran Dow, Profertil y PBB Polisur.
El crecimiento de la producción de gas de Vaca Muerta servirá para darle mayor impulso a la industria petroquímica local. A raíz de ello es que Mega planea aumentar la capacidad de las plantas y los ductos de suministro. Esa apuesta requiere una inversión de capital significativa, pero desde hace tiempo los planes de Petrobras son otros. Por eso es que ha vendido distintos activos en el país y el lunes pasado comunicó a la Bolsa de Comercio que inició la etapa de divulgación de la oportunidad (Teaser) a la venta total de su participación del 34% en Mega. El objetivo de su programa de desinversión es reenfocar a la compañía en su área central de exploración y producción en aguas profundas, particularmente en la frontera Pre-sal costa afuera de Brasil.
Complicada
El interés de YPF por la participación de Petrobras se acentuó en los últimos tres meses. A mediados de marzo, directivos de la petrolera argentina aprovecharon su participación en Cera Week 2019, la mayor feria petrolera de EE.UU., que se realizó en Houston, para entablar conversaciones con ejecutivos de Petrobras (participó del evento el CEO de la empresa brasileña, Roberto Castello Branco). Así lo confirmó EconoJournal con fuentes que participaron de la conferencia. Desde YPF evitaron realizar comentarios.
La compañía que preside Miguel Gutiérrez apuntaba a encarar una negociación uno a uno para agilizar el proceso. Pero no es sencillo avanzar en esa dirección, dado que entre los tres accionistas de Mega existe un convenio que, precisamente, inhabilita a cualquiera de las tres empresas a vender de forma directa su participación a alguna de las dos restantes sin contemplar los intereses de la tercera. Parece difícil, en esa clave, que Petrobras pueda vender su equity a YPF pasando por alto los intereses de Dow.
Por eso, lo más probable es que Petrobras avance con un proceso de desinversión formal liderado por algún banco. En el mercado señalan que no será sencillo para la petrolera brasileña conseguir un precio competitivo por el activo. Construir de cero una empresa con las instalaciones de Mega demandaría invertir unos US$ 1200 millones. Sobre esa base, un cálculo simple arrojaría que la participación de Petrobras, titular del 34% del paquete accionario, ronda los US$ 400 millones.