La compañía de transporte de petróleo Oleoductos del Valle (Oldelval), que transporte el petróleo que se extrae en los yacimientos de la cuenca Neuquina hasta los centros de despacho o procesamiento, planea duplicar el volumen de crudo transportado dentro de cinco años. Así lo aseguró a EconoJournal su gerente general, Jorge Vugdelija.
El desarrollo a gran escala de Vaca Muerta aparece como uno de los grandes desafíos para el sistema de transporte y la construcción de oleoductos. En ese sentido, el ejecutivo advirtió que “necesitamos una regulación nueva”.
Si bien todavía hay capacidad ociosa de transporte de crudo de la cuenca Neuquina, remarcó que “no podemos perder tiempo” para ampliar el sistema. «Desde 1998, cuando se registró el pico de producción en el país, no atravesábamos un escenario de expansión como este», indicó Vugdelija.
Oldelval cuenta con una traza de 800 kilómetros de oleoductos instalados, que se convierten en 1.700 kilómetros instalados porque hay varias partes con tramos dobles o triples. “La mayoría son ductos troncales. Ahora estamos empezando a trabajar en algunos proyectos para construir oleoductos de captación también”, aclaró Vugdelija sobre un proyecto que prepara Oldelval en el noroeste de Vaca Muerta. “El objetivo es procesar 45.000 o 50.000 m3/día dentro de cinco años”, señaló el gerente de la compañía, que en términos accionarios es propiedad de los principales productores de la cuenca (YPF, Pampa Energía, ex Pampa, Pluspetrol, PAE y Tecpetrol).
¿Cuán lejos están de desarrollar ese proyecto de oleoducto en Vaca Muerta?
Estamos necesitando una regulación nueva que está siendo redactada. Hemos trabajamos con algunos borradores, realizando comentarios. Es imprescindible tener esa regulación nueva porque, por ejemplo, el marco actual no nos permite firmar contratos de venta de nueva capacidad de transporte en firme.
¿Contractualmente no se puede hacer?
No. Está el derecho de preferencia de los dueños y sobre eso es difícil construir. Podemos firmar un contrato con un productor pero no podemos garantizar que esa capacidad va a ser de él. Entonces no hay incentivo a la firma. Con la nueva regulación, el esquema que está previsto es salir a hacer un open seasons y vender capacidad en firme. Que podamos vender, por ejemplo, capacidad para transportar 5.000 m3/día hasta Bahía Blanca.
¿Cuándo podría estar lista la nueva regulación?
La regulación se viene trabajando desde la gestión de (Juan José) Aranguren. Ahora, con las nuevas autoridades, seguimos trabajando muy bien también. La idea es que salga antes de fin de año. Se está trabajando en las mesas de Vaca Muerta.
¿Se estimulará la competencia?
Primero, creo que la competencia nos hace mejores. Oldelval tiene un posicionamiento de monopolio natural. Contamos con activos que están súper amortizados y las tarifas de transporte están basadas en el valor de esos activos. Si alguien quiere construir un sistema nuevo tiene que multiplicar por cien los valores de la base de capital sobre la cual se calculaban las tarifas. Ahora, sí va a haber competencia en los ductos de captación porque va a ser de igual a igual y eso va a estar bueno.
Jorge Vugdelija habla de la ausencia de un planificador central para el sector: “al no haber un ente planificador todos responden a los estímulos del mercado y a veces no hay coordinación”, admitió
¿Cuál es el análisis de los proyectos que se vienen?
Una dificultad que tenemos es que hay actores múltiples y acá en la Argentina no tenemos un ente planificador central. Lo que decidimos es asumir ese rol de oficio porque la verdad es que somos los que consolidamos toda la demanda y tenemos acceso a todos los productores. Empezamos a trabajar hace tres años en esta línea y tenemos una proyección que año a año se va actualizando. Es una proyección no vinculante. Es una encuesta, pero es un primer acercamiento que nos sirve. La hicimos el año pasado y este años la volvemos a hacer. Decidimos que la vamos a hacer cada seis meses.
¿Tendría que haber un ente centralizado que proyecte o no es necesario para la industria?
Son distintos enfoques. Hay países que lo tienen y funciona.
¿Quién lo tiene por ejemplo?
Brasil lo tiene, algunos países de Europa también. Y no es solamente para el transporte de crudo, sino para todo lo que es transporte de energía eléctrica, de generación. Entonces, al no haber un ente planificador todos responden a los estímulos del mercado y a veces no hay coordinación. En nuestro caso esa coordinación es absolutamente necesaria porque sino no podemos dimensionar los proyectos.
Cuando se habla de ampliar la capacidad de transporte de gas, uno de los puntos complejos es quién repaga esas inversiones, que son muy grandes. ¿Es similar en el caso del crudo?
En el crudo la situación es un poco distinta. Primero, porque nosotros tenemos alguna capacidad ociosa que nos da un margen de trabajo que ya lo estamos consumiendo. No podemos perder tiempo pero tenemos capacidad ociosa. En 1998 se llegó al pico de producción y se llegó a transportar exactamente el doble de lo que se está transportando hoy. Entonces, si bien los activos a lo largo del tiempo se fueron desactivando porque no había ninguna señal de que esto iba a cambiar, ahora con pequeñas inversiones vamos a lograr grandes saltos de capacidad. Y la verdad es que las tarifas de transporte de crudo deben estar entre las más baratas del mundo porque son activos totalmente amortizados. El valor de compra cuando se privatizó en 1992 el Estado hundió plata porque esos valor que se compraron estaban muy lejos de ser el costo de reposición y a lo largo de todo este tiempo se fue depreciando.
Producción masiva en Vaca Muerta
Vugdelija, que está hace casi tres años en la compañía, destacó que Vaca Muerta abrió un espacio para una “segunda vida del sistema de transporte». «Es como un renacer”, destacó. “Los que están desde el inicio en Oldelval lo comparan con lo que se vivió en los años 90 cuando en los años 1995, 1996 se construían estaciones de bombeo, entre otras cosas. Esa dinámica después del pico de 1998, se rompió”, subrayó.
El crudo que se extrae de algunas áreas de Vaca Muerta es más liviano que el Medanito. ¿Puede esa característica del petróleo complicar la operatoria del sistema de transporte?
Desde el punto de vista del transporte existe un aspecto positivo y uno negativo. El positivo es que el grado API del crudo va creciendo, lo vemos día a día, las densidades bajan y casi sin hacer nada tenemos mayor capacidad de bombeo de volumen. El aspecto negativo está asociado más que nada a la parafina. Tenemos que hacer un tratamiento.
¿Que tamaño o dimensión se imaginan en un plazo de 5 o 10 años que tendrá el sistema de transporte de crudo en la Cuenca Neuquina?
Estamos trabajando con estas proyecciones. Queremos duplicar lo que estamos transportando en cinco años. Hoy estamos transportando a Puerto Rosales (Punta Alta) 21.000 m3/día de crudo y la capacidad es 25.000 o 26.000 m3/día. Estamos calculando llegar a 45.000 o 50.000 m3/día en cinco años.