IMPSA comienza a transitar una nueva etapa de su vida corporativa, tras haber celebrado con éxito la Asamblea que dispone el cambio de accionistas según lo dispuesto en el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) mediante el cual se instrumentó la reestructuración de su deuda.
De esta manera, la compañía líder mundial en tecnología de equipamiento de bienes de capital para la generación de energía, aspira a consolidar su posicionamiento en Argentina y los mercados internacionales.
El comienzo del nuevo ciclo se corresponde con la Asamblea de Accionistas realizada en la ciudad de Mendoza que resolvió, entre sus aspectos más destacados, la nueva composición accionaria, la designación de nuevos directores y síndicos, el cambio de su estatuto y el nombre de la firma.
El ingeniero Juan Carlos Fernández quien fuera sido designado CEO de la empresa pocas semanas atrás, fue presentado formalmente para liderar la nueva etapa de la compañía, cuya denominación social ha cambiado a IMPSA, en todo de acuerdo con la reforma de su Estatuto Social.
El nuevo Directorio de IMPSA estará integrado por tres miembros, en representación de la nueva conformación de accionistas: Fabián D´Aiello, Diego Grau y Francisco Rubén Valenti.
Como resultado de lo decidido en la Asamblea, se perfeccionó la transferencia del 65% de las acciones de IMPSA al fideicomiso controlado por los acreedores: Banco Nación Argentina, BICE, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) entre los principales bancos; bondholders y 35% al fideicomiso controlado por la familia Pescarmona.
Además, se llevó a cabo la firma de contratos de nuevos préstamos con Inter-American Investment Corporation e Inter-American Development Bank; la puesta a disposición de los acreedores de los instrumentos de la nueva deuda de la empresa; el nombramiento de la nueva Comisión Fiscalizadora de IMPSA; y la firma del acuerdo de Gobierno Corporativo, según lo dispuesto en el APE.
El proceso que se cierra transforma una deuda de USD 1.108 millones en una nueva de USD 430 millones a valor actual.
Durante estos difíciles tres años de reestructuración, la compañía continuó con sus planes de desarrollo tecnológico y el cumplimiento de la ejecución de los proyectos contratados a IMPSA en Argentina y el exterior. La consolidación de la deuda reestructurada permitirá a IMPSA dinamizar aún más su presencia en los mercados del mundo.
Durante las últimas dos décadas, la empresa ha ejecutado 180 contratos, de los cuales 150 están localizados en 34 países del exterior, donde su presencia ha sido preponderante. En el plano local, las oportunidades de crecimiento se encuentran motivadas en gran medida a partir del desarrollo de obras de infraestructura, fundamentalmente en materia de energía eléctrica.