El gobierno prevé inversiones privadas por 270.000 millones de dólares hasta 2023 y el sector que concentraría los mayores desembolsos es el de la energía, según un informe elaborado por el Ministerio de la Producción al que accedió EconoJournal. La previsión oficial es que los capitales privados inviertan 90.000 millones de dólares en petróleo, gas, minería y electricidad durante los próximos seis años.
Las mayores expectativas están puestas en la minería donde esperan 30.000 millones de dólares. La eliminación de las retenciones a las exportaciones buscó darle impulso al sector y ahora se trabaja en el Acuerdo Federal Minero que pretende impulsar una política sectorial común para el conjunto de las provincias. En junio del año pasado el presidente Mauricio Macri firmó la iniciativa junto a 17 gobernadores y este mes el acuerdo ingresaría al Congreso para ser ratificado por los legisladores.
En segundo lugar se ubica la rama de petróleo y gas donde el gobierno espera 20.000 millones de dólares de inversión, fundamentalmente en la formación Vaca Muerta. La producción no convencional constituye uno de los atractivos principales para los inversores extranjeros y el gobierno busca apuntalar esa tendencia mejorando la cadena de abastecimiento para que converja con los estándares internacionales y logrando una mayor especialización y competencia. Para ello se trabaja con políticas específicas como el Programa de Desarrollo de Proveedores (Prodepro). A fines del año pasado ya había 211 firmas del sector identificadas e inscriptas en el Prodepro.
En el tercer lugar del ranking de inversiones proyectadas se ubica la rama de las energías renovables donde el gobierno espera 15.000 millones de dólares. El programa Renovar es uno de los que mostró mayor dinamismo en los primeros dos años de gobierno y la intención oficial es que el impulso se mantenga, pero desarrollando un mayor número de proveedores locales para incrementar la integración nacional.
En cuarto lugar aparecen los proyectos hidroeléctricos que atraerían 10.000 millones de dólares. La construcción de las represas del Río Santa Cruz es el mayor proyecto hidroeléctrico, pero también sobresale la central hidroeléctrica Chihuido que utilizará el agua del Río Neuquén. Al igual que el plan de construcción de las represas del sur, la central Chihuido es un proyecto que viene del gobierno anterior, pero todavía no está claro quien lo llevará adelante. Primero se negoció con Rusia, luego con inversores chinos y finalmente podrían ser alemanes los que financien su construcción.
Por último, se esperan 5000 millones de inversión en obras de transporte eléctrico, otros 5000 en termoeléctricas y 3000 millones en el sector nuclear donde se espera avanzar con la construcción de Atucha III si finalmente se llega a un acuerdo con China, el cual se viene demorando desde hace dos años.