
Los países del Mercosur y Chile dieron un paso hacia la modernización de su esquema de suministro energético al concluir, en Santiago de Chile, el taller de cierre de la Fase IV del Proyecto Regional de Integración Gasífera. Con esta etapa se consolida una herramienta técnica para optimizar los costos del transporte gasífero y robustecer la planificación conjunta, impulsando de manera efectiva la integración energética.
El encuentro, realizado por la Organización Latinoamericana y Caribeña de Energía (OLACDE) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), se llevó a cabo en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile. La cita congregó a autoridades, delegaciones nacionales y equipos técnicos de los países para validar el nuevo modelo regional de transporte de gas.
Esta herramienta, desarrollada por OLACDE a partir de datos provistos por los países, tiene como meta optimizar la utilización de la infraestructura gasífera ya instalada, encontrar trayectos de distribución más eficientes y anticipar la reducción de costos en diferentes escenarios operativos y de demanda.
La apertura del taller estuvo a cargo de Guido Maiulini, jefe de Asesoría Estratégica de OLACDE; Luis Felipe Ramos, subsecretario de Energía de Chile; y Mercedes Pedreira, ejecutiva de la Dirección de Integración, Comercio e Inversiones de CAF. Los tres funcionarios coincidieron en la relevancia estratégica de esta etapa para intensificar la cooperación regional y cimentar un sistema gasífero más eficiente y complementario.
Los desafíos identificados
Durante la jornada de trabajo, las delegaciones se dedicaron a validar las hipótesis y los datos suministrados por cada nación, revisar la topología del sistema regional de transporte y analizar las restricciones operativas y de planificación levantadas a nivel nacional.
Un aspecto clave fue la realización de simulaciones en tiempo real para evaluar cómo se comportaría el modelo ante variaciones en los costos de transporte, producción y la demanda. Este ejercicio permitió observar los efectos del modelo en la asignación de flujos y la eficiencia económica general del sistema.

Entre los hallazgos pricipales, el proyecto identificó la necesidad de ampliar la capacidad de evacuación desde Neuquén, reforzar la infraestructura intermedia para abastecer las demandas potenciales de Paraguay y del norte de Uruguay, y adaptar el modelo a los cambios previstos en el sistema de transporte que Brasil implementará en los próximos años.
El nuevo modelo es de código abierto y se encuentra en un proceso de ajuste continuo, lo que le permite ser una herramienta dinámica. Sus capacidades incluyen la identificación de rutas de transporte más competitivas, la minimización de costos operacionales y la estimación de indicadores clave, como el precio final del gas en cada nodo, tanto a corto como a mediano plazo.
Compromiso institucional y regional
Maiulini, de OLACDE, destacó la “alianza con claridad programática” de los países del Mercosur y Chile que permitió «generar espacios técnicos conjuntos para desarrollar las herramientas necesarias para discutir estrategias de integración gasífera con el trabajo de sus agencias y el involucramiento de organismos multilaterales como Mercosur y CAF».
El Subsecretario Ramos enfatizó que «para el Gobierno de Chile, la integración energética y gasífera es esencial, porque contribuye a la seguridad, la resiliencia y el cumplimiento de las metas ambientales”. Asimismo, señaló que «el Ministerio de Energía avanza en la adecuación de la normativa y la participación activa en este proceso para asegurar que la integración se convierta en un pilar efectivo de la transición energética y del objetivo de descarbonización del país.”
Por su parte, Pedreira, alineó el estudio con la misión del organismo de «alinearse con el compromiso con la integración regional y una transición energética justa”. La ejecutiva consideró la alianza con OLACDE como una “herramienta fundamental para abordar los desafíos que hoy enfrentan nuestros países.”
