Manuel Santos Uribelarrea, quien logró posicionar a MSU Energy como un jugador clave en la generación eléctrica tras su origen en el rubro agropecuario, analizó el éxito de la reciente relicitación de las represas del Comahue, donde su empresa se quedó con la concesión de El Chocón, y tendrá una instancia de desempate por Cerros Colorados, en la Cuenca del Comahue.

El ejecutivo, al participar del Energy Day que organizó este martes EconoJournal, destacó que la clave del crecimiento de la compañía en los últimos nueve años, y de la apuesta por activos icónicos como la hidroeléctrica emplazada en el Río Limay, se basa en un factor simple y demandado por el mercado: la previsibilidad.
«La verdad que el tema de la licitación de la semana pasada de El Chocón es un hito muy importante para nosotros, pero que viene encuadrado en un plan estratégico de largo plazo. […] Lo que nos pusimos fue un norte de pensar más allá de la coyuntura y posicionarnos como un generador apuntando a ser una compañía de generación líder en el sector«, afirmó.
Reglas claras y macroeconomía
Respecto a la transición que propone el Gobierno hacia un mercado entre privados, Santos Uribelarrea afirmó que “cuando el marco es claro y la normativa es clara y las condiciones son claras, funciona perfecto la relación entre los privados. Creo que hoy en lo que es el cuadro regulatorio estamos en una transición, con un muy buen diálogo y que permite ser muy optimista.»
El presidente de MSU Energy al referirse sobre el impacto directo de las condiciones macroeconómicas y la decisión de postergar la licitación de las represas para después del proceso electoral, lo que aumentó la competencia y las ofertas, afirmó que cuantificó el beneficio de la estabilización del riesgo soberano en su capacidad de pago y la competitividad de su oferta.
«La verdad, es fundamental la macro. El costo nuestro del financiamiento se redujo un 30% después de las elecciones y esa reducción es la mayor capacidad de pago que tuvimos en las ofertas que hicimos. Es directamente proporcional», explicó Santos Uribelarrea, aunque recordó que el sector privado en la Argentina carga con obstáculos estructurales que elevan el costo de la energía respecto a otros países, como Chile.
En ese sentido, reseñó su perspectiva sobre las condiciones que enfrentan las empresas el sector, lo que se puede extender a muchas otras industrias: «Contamos con una mochila, por un lado la carga impositiva que tenemos y por otro cuando el riesgo país vuela, tenemos un costo de financiamiento que no somos ajenos a lo que es la situación del soberano».

Planificación y transición ordenada
De cara a la ambiciosa reforma del sector eléctrico que empuja el Gobierno nacional mediante la cual busca generar contratos entre grandes usuarios y generadores, el ejecutivo de MSU advirtió sobre la necesidad de extremar la planificación para evitar un shock de demanda futura. «Lo que no tenemos que perder de vista es que estas transiciones tienen que ser ordenadas y tienen que ser claras hacia el mercado”.
“Lo que no nos puede pasar -agregó- es que en esta transición se frenen las inversiones porque lo que nos vamos a dar cuenta que de acá tres o cuatro años vamos a tener un problema.»

Y en esa línea también señaló que «hoy es clave planificar, que muchas veces en Argentina estamos siempre mirando lo que pasa uno o dos años pero como sector de Oil and Gas, de energía y de generación tenés que estar planificando a 3 y 4 años, al menos«.
Finalmente Santos Uribelarrea expresó que las charlas que vienen sosteniendo con la Secretaría de Energía, con Cammesa y con todo el sector «permite planificar y ver qué señal de mercado tenemos para que haya inversiones para de acá cuatro o cinco años en la parte térmica. Creo que lo renovable va a seguir creciendo solo y creo que hoy la mayoría de la energía que consumen los grandes usuarios prácticamente es todo entre privados».





















