El subsecretario de Hidrocarburos, Federico Veller, expuso este miércoles los primeros lineamientos de un proyecto de consenso para modificar la Ley 27.640 del régimen de promoción de los biocombustibles, al exponer en la Comisión Plenaria Minería, Energía y Combustibles del Senado. La propuesta del Ejecutivo busca redefinir el marco regulatorio con el objetivo de generar certidumbre, crecimiento y evolución en el sector a través de una transición gradual y un mercado de libre comercialización.
La convocatoria de la Comisión Plenaria de esta tarde, presidida por el senador Flavio Fama, incluyó la participación de Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa); Federico Martelli, director de la Cámara de Pymes Elaboradoras de Biocombustibles; Jorge Feijoo, presidente del Centro Azucarero; Daniel Ciaffone en representación de la Cámara Argentina de Energía (CADE), y Pamela Vacca del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG).
En el encuentro se destacó por parte de los legisladores que debido a la voluntad generalizada de generar un único dictamen, se solicitó al Gobierno que acerque su proyecto formal para poder elaborar un solo dictamen, que también incorpore las propuestas los senadores que expusieron en el plenario, a fin de tratarlo en una próxima reunión y avanzar hacia su aprobación. Para ello se decidió que el próximo encuentro sea convocado para dentro de dos semanas.

Distintos proyectos ingresaron al Congreso por ambas cámaras en los últimos dos años y a pesar del diálogo entre las bloques para intentar aunar un único dictamen, las diferencias aparentan ser insalvables. Para el Gobierno un punto clave es el costo fiscal del común de las iniciativas. Los proyectos proponen incrementos de corte de hasta el 18% y la aplicación de mecanismos de determinación de precios con referencia a paridad de importación; aspectos que son objetados por el gobierno. Fuente cercanas a la Secretaría de Energía advierten que, de avalar esos pedidos, los biocombustibles podrían ser hasta 2,2 veces más caros que sus alternativas fósiles.
Según indicó Veller, de llevar el corte de biodiesel al 18% geneararía un incremento de hasta 10% en el precio del surtidor de manera inmediata. Y este incremento de precio en las estaciones de servicio tendría correlato directo en el encarecimiento de la logística del transporte, de bienes, de consumo, en la industria, afectaría a toda la economía.
Biocombustibles: propuesta de consenso
Veller informó que «desde el Poder Ejecutivo Nacional se viene trabajando durante los últimos ocho meses en una propuesta alternativa al proyecto de la Liga de Provincias Bioenergéticas, que incluye consultas a los gobernadores, con el objetivo de conformar una iniciativa transparente, honesta y equilibrada, que permita generar un escenario de certidumbre, crecimiento y evolución para la industria de los biocombustibles».
A partir de esos meses de intercambios con todos los actores involucrados, Veller expuso los puntos claves de una propuesta del gobierno que pretende ser articuladora de distintos intereses. “Es importante dar certidumbre y permitir la planificación, para lo cual un momento posible para iniciar un nuevo esquema podría ser 2027, incrementando el corte de etanol del 12% actual a 15% (por litro de nafta) y de un 7,5% a 10% de biodiesel. La piedra angular de esta administración es el equilibrio fiscal y tratamos de minimizar cualquier impacto en el cortísimo plazo hasta que las principales variables macro ese estabilicen”, explicó Veller.
“También nos gustaria generar una transición gradual hacia un mercado libre de biocombustibles y proponemos 6 años para la adecuación de las compañías, las tecnologpias, el consumidor, aquellos que se ven menos favorecidos por el consenso, para que se llegue a tiempo para adecuarse, y aquellos que ven la posibilidad de arriesgarse en nuevas unidades de producción seis años es razonable, hasta 2031, y a partir de 2032 tener un escenario más libre de comerialización de biocombustibles”, agregó el funcionario de la Secretaría de Energía.
En este periodo de seis años el Gobierno considera que lo cupos tienen que ir reduciéndose gradualmente hasta 2032, generando un proceso para que el mercado tenga la posibilidad de discutir libremente las condiciones de negociación, de manera gradual no inmediata. En esa transición, Veller reconoció que se podrá adoptar el esquema de licitaciones públicas para la determinación de precios, tal como lo propone el proyecto de la liga de provincas.
“Tomamos esa idea y decimos que durante el período de transición apliquemos licitaciones públicas con una entidad independiente, ya no un funcionario que determine el precio -señaló el subsecretario. Entendemos que es lógico pensar que el precio máximo de esas licitaciones sea la paridad de importación para ambos biocombustibles, y que luego que se generen las condiciones de mercado con las que se encongtrará el nivel entre paridad de importación y de exportación adecuado, que surgirá de las fuerzas de mercado a su debido tiempo”.

Al mismo tiempo se buscará en un futuro proyecto atender algunas posiciones que manifiesta la industria petrolera respecto a las prácticas que se aplican en el resto del mundo en coprocesamiento de materia prima de origen vegetal dentro de las refinerías. Es decir, se permitirá que las petroleras puedan ingresar al segmento de producción de bioetanol o biodiesel en caso de considerarlo necesario. “Esta posibilidad tiene límites técnicos, no es hablar de grandes volúmenes de producción, porque luego se deseoptimiza la operación de una refinería. Tampoco sería inmediatamente, sino a partir de 2027 cuando podría coprocesarse materia prima no fósil en refinerías con un crecimento gradual hasta el 3 % en 2031”.
“Entendemos que va a haber situaciones difíciles de gestionar, que el mercado libre que muchas veces asusta la palabra, puede generar situaciones a pequeñas compañías que necesiten buscar alternativas. Es fundamental que algo que ya es parte de la legislación actual quede expresamente ratificado con la posibilidad expresa de efectuar incrementos voluntarios de corte en aquellas jurisdiciones donde se considere estratégico para el desarrollo regional”, agregó Veller, al hacer referencia a la experiencia internacional.
La mención del subsecretario estuvo hecha respecto al largo debate que se viene dando sobre la producción de autos en la Argentina que se exportan a Brasil, a pesar de lo cual no había una autorización expresa para poder comercializar en el país vehículos con motirización flex. “Esa posibilidad ya es parte de una resolución de hace pocas semanas desde el Ministerio de Ambiente para el uso de motorizacion flex y se flexibilizó la configuración de motorizaciones en función de normativas de Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea. Hoy si se va a poder tomar la ventaja de la posibilidad expresa de esos incrementos voluntarios de corte en ciertas regiones”, aseguró.