
(ENVIADA ESPECIAL A ANTOFAGASTA).- La constructora del Grupo Techint, Techint Ingeniería y Construcción, está cerca de finalizar uno de sus proyectos más ambiciosos en el norte de Chile y con el que pretende consolidar su lugar en la minería de Argentina: se trata del Suministro de Agua Desalinizada Distrito Norte (SADDN), una obra de US$ 1.000 millones que permitirá abastecer de agua de mar a tres minas de Codelco, la corporación nacional de cobre chileno y el principal productor de ese país.
En Tocopilla, a dos horas y media en vehículo desde Antofagasta, Techint montó el campamento desde donde nace el proyecto que transportará unos 840 litros por segundo de agua desalinizada hacia los 3.000 metros sobre el nivel del mar. Esta construcción le permitirá a la compañía sumar a su expertise una novedad: es la primera vez que en minería ejecuta una obra completa de estas características, es decir, la captación de agua, la planta desalinizadora, el ducto, las estaciones de bombeo y la red eléctrica. Hasta ahora, Techint solo había participado en proyectos mineros que incluían infraestructura para las locaciones, el montaje del ducto para el transporte hídrico y sus estaciones de bombeo
“Hoy somos en Chile el principal ejecutor de estos proyectos de agua para minería, somos la única empresa que hace EPC, es decir, la ingeniería, la procura y la compra, y que ha trabajado en los proyectos mineros completos”, comentó a EconoJournal Alejo Calcagno, director de Operaciones Área Sur de Techint Ingeniería y Construcción.
El proyecto fue encargado por Aguas Horizonte (un consorcio entre Marubeni Corp y Transelec SA) para abastecer a tres grandes operaciones mineras: Chuquicamata -la mina a cielo abierto más grande del mundo-, Radomiro Tomic, y Ministro Hales, que en conjunto aportan el 25% de todo el cobre fino que produce Chile.
“Este es el proyecto más grande en minería que ha tenido Techint en su historia. Lo empezamos a estudiar en 2017 y ya estamos por concluir y poder integrar todas estas partes del megaproyecto”, resaltó Rodrigo Larralde, director de Proyecto de la compañía.

Del mar hacia el desierto
Los trabajos comienzan sobre el océano Pacífico, a la vera de la Ruta 1 y en medio del desierto de Atacama. Allí cinco barcos dan soporte a los buzos que a 28 metros de profundidad trabajan para limpiar el terreno donde se montarán tres tuberías: dos ductos de captación de 700 metros de largo y uno de 540 metros de descarga que permitirá devolver la salmuera al mar.
Del otro lado de la ruta se emplaza la parte más importante: la planta desaladora que a través de una serie de filtros y un tratamiento de osmosis inversa, producirá el agua para utilizar en los proyectos mineros. Un nivel más arriba, sobre el terreno arenoso y rocoso, se encuentra el campamento en el que en el pico de la construcción trabajaron 8000 personas. Hoy con un 85% de avance en todo el proyecto, el SADDN emplea a unos 6.500 trabajadores de 22 nacionalidades diferentes.
En paralelo a la construcción de la planta y el reservorio de agua, Techint lleva adelante el montaje del ducto, tres plantas de bombeo y sus subestaciones eléctricas en varios frentes. El desnivel sobre el farallón que emerge a pocos metros del mar es de 35°, lo que demanda una gran pericia para los operarios que sueldan y montan el acueducto de 48 pulgadas y 160 kilómetros de largo. Un cable carril montado sobre la ladera de la montaña permite transportar material y también a los trabajadores hacia las zonas de mayor altura.
Con un 25% del mercado total, Chile mantiene su liderazgo mundial en la producción de cobre y avanza en una agenda de sustentabilidad en la minería que implica el reemplazo del agua proveniente del deshielo de la cordillera de los Andes por la que provee el basto Pacífico. En este camino, el país vecino ya instaló 24 plantas desaladoras de agua de mar para abastecer las minas de cobre y litio y también algunas poblaciones. Actualmente, el 40% de la minería del país trasandino se abastece con agua de mar y proyecta llegar al 66% para 2034.

Cruzar el agua
Para Techint este proyecto será el puntapié en los desarrollos mineros que Argentina tiene en cartera permitiéndole volcar toda esa experiencia adquirida en nuevos desarrollos, entre ellos, el de poder llevar el agua desde el oceáno Pacífico hacia San Juan o Catamarca. No sería la primera vez que la compañía desembarca en el sector: ya participó en un total de 60 proyectos, entre los que se incluyen Pascua Lama y Veladero con la ejecución de infraestructura. Por otro lado, en 2007 Techint conformó la firma Tenova de soluciones para el sector minero, mientras que en 2017 adquirió la alemana TAKRAF, una compañía especializada en minería a cielo abierto.
“Hay varias evaluaciones de desalación de agua en estadíos futuros para los proyectos mineros en Argentina que iniciarían primero con agua continental y se irían reemplazando con agua de mar a medida que vayan creciendo”, explicó Calcagno. El referente de Techint en el Cono Sur aseguró que Argentina podría abastecerse de agua del Pacífico utilizando la infraestructura ya hecha en Chile y extendiendo los ductos hacia provincias como San Juan o Catamarca: “La logística para llevar el agua y exportar los minerales está toda armada, con lo cual, habrá mucha sinergia entre los dos países”, sostuvo.
El proyecto Vicuña es el principal objetivo que mira Techint. Con una promesa de inversión de US$ 15.000 millones, se podría convertir en la mayor inversión extranjera en Argentina y una de las 10 minas más importantes de cobre, oro y plata. “Para las mineras esta integración es una agenda fundamental. Nosotros venimos charlando con los clientes y ya se está pensando en llevar el agua de mar en etapas futuras de su desarrollo”, afirmó Calcagno.
