
El Gobierno pondrá en marcha un nuevo régimen de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF), a partir del 1º de enero de 2026, que reemplazará definitivamente a la segmentación tarifaria heredada de la gestión de Alberto Fernández. El objetivo del Ejecutivo consiste en concentrar la asistencia estatal en los hogares más vulnerables y avanzar en un esquema de precios alineado con los costos reales de la energía.
En los hechos, dejará de existir el actual modelo dividido en tres niveles de usuarios según ingresos (N1, N2 y N3) y sólo habrá dos categorías: los hogares que reciben subsidios y los que no los perciben.
Este 20 de diciembre concluyó el período de 15 días de consulta pública que otorgó el gobierno para establecer el nuevo esquema de subsidios, que era el paso formal que el Ejecutivo necesitaba para avanzar sobre la nueva política tarifaria.
Qué cambia respecto del esquema actual y quiénes seguirán recibiendo subsidios
Mientras que la segmentación vigente distinguía entre altos, medios y bajos ingresos, el nuevo sistema de subsidios fusionará en un mismo grupo a los hogares de menores ingresos y a gran parte de los sectores medios que hoy reciben asistencia. De este modo, el Estado dejará de subsidiar de forma diferenciada a los usuarios N2 y N3 y pasará a otorgar una única subvención focalizada, basada en el nivel de ingresos del hogar.
Según lo informado por el Gobierno, quedarán dentro del universo subsidiado aquellos hogares cuyos ingresos totales —suma de los haberes de todos los adultos del grupo familiar— sean inferiores a tres Canastas Básicas Totales (CBT) para un hogar tipo de cuatro integrantes (dos adultos y dos menores), medida por el INDEC. Con valores de noviembre, ese umbral ronda los $3,7 millones mensuales.
Además del ingreso, seguirán vigentes los criterios de exclusión patrimonial, como la titularidad de más de un inmueble, la posesión de aeronaves o embarcaciones de lujo, vehículos de alta gama o la compra reciente de moneda extranjera, entre otros. Los hogares que superen ese nivel de ingresos quedarán automáticamente fuera del esquema y comenzarán a pagar el precio pleno de la energía eléctrica y el gas natural.
¿Cuál será el impacto del nuevo esquema de subsidios?
De acuerdo con estimaciones oficiales, el impacto del nuevo esquema será acotado en su primera etapa. Alrededor del 4% de los hogares que hoy reciben algún tipo de subsidio perderán la ayuda estatal en 2026. Se trata de los usuarios del actual segmento N3 cuyos ingresos superan el nuevo umbral fijado.
Por ejemplo, en el caso del servicio eléctrico, unos 145.000 usuarios residenciales dejarán de estar subsidiados sobre un total de 16,6 millones de clientes en todo el país.
Cómo evolucionará el nivel de subsidios durante 2026
El porcentaje del precio que cubrirá el Estado no será fijo. A lo largo de 2026 se aplicará un sendero decreciente de subsidios para los hogares alcanzados por el SEF. En enero, el Tesoro cubrirá alrededor del 75% del Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST) y del precio del gas en el punto de ingreso al sistema (PIST).
Con el transcurso de los meses, ese aporte irá bajando hasta llegar a un objetivo del 50% hacia diciembre de 2026. En ese sentido, el Gobierno anticipa que durante el verano el impacto sobre las facturas de los hogares subsidiados será limitado, mientras que el mayor ajuste se sentirá en los usuarios de mayores ingresos, que desde enero comenzarán a pagar la tarifa plena.

Bloques de consumo subsidiados
Los hogares que continúen dentro del esquema recibirán subsidios sobre un bloque mensual de hasta 300 kWh de electricidad. Ese valor surge como un promedio entre los topes actuales de los hogares N2 y N3.
El consumo que supere ese umbral será facturado a precio pleno, incluso para los usuarios subsidiados, con el objetivo de desalentar consumos elevados.
Qué pasa con el Programa Hogar
Otro de los ejes centrales de la nueva política tarifaria es la eliminación del Programa Hogar a partir de 2026. Los 3,36 millones de hogares que hoy reciben subsidios para la compra de garrafas de gas serán incorporados al esquema SEF.
Estos usuarios deberán inscribirse en el Registro de Acceso a los Subsidios de Energía (RASE) —que cambiará de denominación— y pasarán a recibir una ayuda económica equivalente al costo de una garrafa de 10 kilos durante los meses de frío y media garrafa el resto del año, con acreditación a través de billeteras virtuales. En términos reales, el beneficio será superior al que perciben en la actualidad.
Desde la Secretaría de Energía remarcan que el nuevo sistema permitirá reforzar la cobertura de los hogares que dependen del gas licuado de petróleo (GLP), uno de los segmentos que enfrenta los costos energéticos más altos.
El objetivo del nuevo esquema
Desde el área energética sostienen que el SEF forma parte de un período de transición destinado a corregir distorsiones históricas de precios, garantizar la sostenibilidad del sistema energético y preservar mecanismos de protección para los sectores más vulnerables.
En ese marco, el Gobierno descartó asignaciones automáticas de subsidios basadas exclusivamente en otros programas sociales y defendió la integración del RASE como herramienta central para garantizar una focalización más precisa.




