La empresa Combustibles Nucleares Argentina (Conuar) avanza en el desarrollo de una solución integral de ingeniería y operación para la gestión segura de los canales combustibles irradiados retirados del reactor de Atucha I. El proyecto está siendo ejecutado llave en mano a pedido de Nucleoeléctrica Argentina, que está llevando a cabo el proyecto de extensión de vida de la central nuclear.
Hace aproximadamente un año, la empresa generadora estatal que opera las centrales nucleares planteó a Conuar la necesidad operativa de liberar espacio dentro de las piletas de decaimiento en Atucha I, destinadas al almacenamiento temporal de combustibles irradiados y componentes activados que son retirados del reactor.

Entre estos componentes están los canales combustibles, unas estructuras tubulares de aproximadamente 11 metros de longitud que alojan a los elementos combustibles dentro del reactor. Dichos canales deben ser retirados y cambiados cada cierto tiempo. Conuar es la empresa que fabrica los elementos combustibles para las centrales nucleares argentinas.
Un desafío de ingeniería en ejecución
Conuar se encuentra actualmente ejecutando el desarrollo y puesta en servicio de un sistema integral para el corte, compactación, reducción de volumen, retiro, transporte y almacenamiento en seco de los denominados canales combustibles.
Estos componentes, reemplazados a lo largo de la vida operativa de la central, ocupaban posiciones dentro de las piletas que debían liberarse para las actividades del programa de extensión de vida de la central nuclear.
El entorno de trabajo impone condiciones excepcionales, como la operación a 14 metros de profundidad, en una superficie operativa de apenas 2×2 metros; la gestión de componentes altamente irradiados, que requieren maniobras totalmente remotas, asistidas por visión artificial y herramientas de precisión para el manipuleo del material.
El diseño debe ser de muy alta confiabilidad debido a la imposibilidad de intervenir o reparar los equipos dentro de las piletas, además de evitar la dispersión de partículas o contaminación secundaria durante las tareas para preservar la pureza del agua de las piletas.
Estas piletas, de unos 14 metros de profundidad, cumplen una doble función: almacenar y refrigerar los elementos irradiados y proporcionar blindaje radiológico mediante la columna de agua que los cubre.
Llave en mano
El proyecto se desarrolla bajo la modalidad llave en mano, con un plazo acotado de 14 a 16 meses entre la definición conceptual y la puesta en marcha del sistema completo.
Conuar asumió la responsabilidad integral de la ingeniería conceptual, básica y de detalle, la fabricación, montaje, pruebas y puesta en servicio, y el diseño de herramientas y equipos complementarios específicos.
La ingeniería fue aprobada por Nucleoeléctrica y dio origen a un trabajo conjunto de alta sinergia entre los equipos técnicos de ambas organizaciones.
El diseño conceptual fue validado mediante la fabricación de mock-ups de prueba que permitieron verificar la metodología propuesta y definir los parámetros operativos más relevantes.
Corte, compactación y transporte
Un eje clave es el sistema de corte y compactación, diseñado para procesar canales combustibles. El proceso comprende el seccionado remoto en tramos menores, su compactación mediante una prensa subacua de alta capacidad, y el posterior almacenamiento del producto así procesado en canastos.
Los canastos con material procesado son cerrados y tomados mediante un equipo de manipulación remoto, que los extrae del fondo de las piletas e introduce dentro de una estructura de blindaje situada en forma superior especialmente diseñada a tal fin.
Desde allí, luego de escurridos y secos, un sistema de transporte autónomo los traslada en forma segura hacia las instalaciones de almacenamiento en seco, integrándose con las infraestructuras existentes de la central.
Nucleoeléctrica inauguró en 2022 el Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Quemados de Atucha I (ASECQ-1), un proyecto clave para garantizar la operación futura de Atucha I. La generadora tiene proyectado finalizar los trabajos de extensión de vida y volver a operar la central en 2027. Atucha I aporta 365 MW al sistema interconectado eléctrico.



















