El CEO de Geopark, Felipe Bayón, dijo este viernes que la inversión de la compañía en los dos bloques que pasará a operar en Vaca Muerta alcanzará los US$ 1.000 millones hacia el 2030 y aseguró que seguirá “buscando oportunidades en el shale oil” para fortalecer el movimiento «transformacional» del portafolio de la empresa colombiana.
Bayón mantuvo hoy un encuentro con la prensa en Buenos Aires tras anunciar ayer en Neuquén la compra de dos áreas a Pluspetrol por u$s115 millones. Se trata de los bloques Loma Jarillosa Este y Puesto Silva Oeste, en la ventana del black oil de Vaca Muerta, en los cuales la petrolera independiente colombiana prevé una inversión de hasta US$600 millones al 2028, fecha en la que proyecta alcanzar un plateau de 20.000 boepd brutos.
El ingreso en Vaca Muerta como operador fue una decisión estratégica para Geopark. “La compañía había alcanzado en 2020 una base de producción de 40.000 barriles cuando empieza la declinación hasta los 28.000 barriles del primer semestre de este año, por lo que el esfuerzo es mantenerla lo mas plana posible porque de aquí en adelate le sumaremos 20.000 más de Vaca Muerta con estos dos primeros bloques”.
“Es decir lograremos niveles mas altos que las producciones históricas -aseguró Bayón-, y además nos permitirá duplicar el Ebitda más de dos veces por unos US$350 millones al año. Pero el no conencional es superintensivo en capital por lo que vamos a estar invirtiendo US$ 600 millones en esta primera etapa para alcanzar el plateau y al 2030 casi US$1000 millones, una cifra muy ajustada al tamaño de la compañía, con unos 55 pozos a desarrollar».
Un buen vecindario
El trabajo en los dos bloques seguirá un concepto de hub para optimizar facilidades y servicios, además de poder lograr sinergia de infraestructura con bloques vecinos que están operando empresas como YPF y Vista.
“Estamos en un muy buen vencidario -señaló-, hay infraestructura con capacidad ociosa, y la idea es ser muy intensivos en capital y crecer hasta el plateau para mantenernos al menos 4 años. Pero queremos serguir creciendo y estamos viendo que más viene, que otras oportunidades hay porque somos inversionistas, operadores, y con el expertise de gente que trabaja ahce muchos años en no convencionales”.

“Para la compañía esta etapa es transformacional. Por eso no voy a esperar al 2031, sino que de aquí a los proximos años vamos a seguir mirando nuevas posibilidades, principalmete enfocarnos en el crudo», precisó el directivo que tuvo experiencia en compañías como Pan American Energy, Pluspetrol, Ecopetrol y BP.
Sobre lo negociado con la provincia, aseguró que los acuerdos firmados este miércoles reflejan en parte el replanteo de regalías y mayor participación de GyP que la provincia está subiendo a las condiciones para aprobar concesiones en Vaca Muerta.
“En el caso de estas dos áreas van a seguir pagando regalías al 12%, y hubo una consideracion adicional de US$ 10 millones para infraestructura y otros US$ 2 millones en proyectos de sostenibilidad”, detalló. Pero todos esos items forman parte de los US$115 millones que Geopark desembolsará para cubrir el acuerdo y lo hará con caja propia. “El resto de la inversión de US$ 1000 millones podemos tener generación a partir de las operaciones y acceso al mercado de capitales, a través de bonos, de deuda, y un proceso que estamos optimizando como lo vamos a financiar”.
El CEO de Geopark no eludió referirse al fallido desembarco que intentó la compañía un año atrás en un acuerdo que caducó en mayo, a los 12 meses de haber sido firmado la participación en áreas operadas por Phoeniz Global Resources que finalmente no contó con el aval de la provincia de Neuquén. Luego de ese traspié, Bayón llegó a la compañía a comienzos de junio y 11 días después logró la firma de acuerdos con el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa.
“Aprendimos de ese proceso duro, después de lo que sucedió con Phoenix queríamos entrar, invertir y operar, y en menos de cuatro meses pudimos cerrar estas dos nuevas áreas en Vaca Muerta que nos dio una oportunidad de reconstruir la reputación de la compañía. Si miramos para atrás estamos logrando un valor de US$ 9500 por acre contra los US$9000 del acuerdo con Phoenix, pero esto nos permite tener operación, capacidad de transporte y podemos llegar al plateau con el 100% del equity. Podemos decir que esta fue una mejor oportunidad”, reseñó.
El costo argentino
El directivo también se refirió a los sobrecostos en servicios que enfrentan las operadoras locales, tal como vienen señalando en público varias compañías con márgenes de hasta el 40% por encima de lo que ocurre en un yacimiento no convencional como el Permian, de Estados Unidos. “Eso es un tema absolutamente fundamental, porque el negocio de los no convencionales requiere un método factoría que permanente que obliga a estar aplicando capital y eficiencias».
Para enfrentar esa desafio en Vaca Muerta, Bayón señaló que ya tiene conversaciones con compañías de servicios contratistas con acuerdos y contratos vigentes. “Llegamos con un master service agreement desde Colombia que se extiende a la Argentina, y también tenemos conversaciones acá ya con algunas otras, e inclusive es parte del acuerdo con Pluspetrol para ese apoyo inicial de arranque de operación, pero es un tema de énfasis porque en gran medida de eso depende que esto sea rentable”.
En ese sentido, consideró que la actual coyuntura macroeconómica no condiciona los planes de la empresa en el país. “Esta industria es de largo plazo y vemos que para la Argentina el desarrollo de los no convencionales fue estratégico a lo largo de los últimos años desde la ventana que se abrió en 2012. Pero, además, las provincias adminsitran el recurso del subsuelo y hace que cada una pueda hacer mucho foco en ese desarrollo. Las subas y bajas del riesgo país claro que lo estamos monitoreando pero hay una vision de más largo plazo”.
Pero Bayo destacó otro aspecto que puede dar mayor estabilidad a la inversión de la empresa. “En particular somos una compañía que hace muchas coberturas financieras, muchos hedging. Hoy tenemos el 90% de la producción del 2025 con esa cobertura que nos permite tener un piso y nos da previsibilidad. Y, de alguna manera, le quita todo el upside, por lo cual es algo que lo venimos aplicando y también lo vamos a aplicar acá”, anticipó.
Bayón se refirió, así, a la estrategia financiera que consiste en realizar una operación para minimizar o anular el riesgo de pérdida en una inversión, en este caso con pisos y techos de referencia de precios, que al tomar posiciones se compensan entre sí para proteger el capital de los movimientos adversos del mercado, actuando de manera similar a una póliza de seguro para una cartera de inversiones.