Dioxitek esta diseñando un modelo de negocio para hacer rentable la empresa. Una de las alternativas que explora es producir y exportar hexafluoruro de uranio, una opción que sería compatible con la producción de dióxido de uranio en su planta sin terminar en Formosa, según pudo saber EconoJournal. Mientras tanto, avanza con las obras para revitalizar la producción en su planta en Córdoba.
La empresa estatal que provee los servicios de conversión a dióxido de uranio firmó la semana pasada un memorando de entendimiento (MoU) con la empresa estadounidense NANO Nuclear Energy. Dioxitek resaltó que la Argentina «cuenta con una oportunidad estratégica para abordar la escasez mundial de hexafluoruro de uranio (UF6), mediante el desarrollo de capacidades nacionales de conversión que reduzcan la dependencia de proveedores externos, a partir de la inversión de NANO».
Operación en Córdoba
Dioxitek importa concentrado de uranio y lo transforma en dióxido de uranio en su planta en Córdoba, que luego es entregado a la empresa Conuar, encargada de la fabricación final de los elementos combustibles para las centrales nucleares argentinas. En la empresa estan trabajando para garantizar e inclusive incrementar la producción en Córdoba.
La empresa renegoció a finales de 2024 la tarifa que Nucleoeléctrica abona por el servicio de conversión a dióxido de uranio. La nueva tarifa le permitió a Dioxitek solucionar la urgencia económica en la que se encontraba la empresa y afrontar obras vitales para mantener la operación en la planta de Córdoba.
La inversión de capital requerida en Córdoba asciende a US$ 14 millones, en un plan diagramado a cinco años. Las obras están en ejecución, aunque la inversión global esta sujeta a sellar un acuerdo con la municipalidad de la Ciudad de Córdoba para seguir operando allí.
Con esta inversión sería posible elevar la producción en Córdoba hasta por lo menos 200 toneladas de dióxido de uranio por año. «El punto es poder ampliar la produccion, no tenemos un número fijo pero sí vemos un potencial de expandirla», indicaron desde la empresa ante una consulta de EconoJournal.

El parque nuclear argentino demanda actualmente 230 toneladas de dióxido de uranio por año, más un poco de uranio enriquecido importado, que se mezcla con el dióxido para producir combustibles con uranio levemente enriquecido (ULE) para la central Atucha I. Nucleoeléctrica trabaja para poder utilizar combustible ULE también en Atucha II, lo que generaría un ahorro de 50 toneladas anuales en el consumo de dióxido.
Hexafluoruro de uranio
En paralelo, Dioxitek evalúa oportunidades nuevas, como la producción y exportación de hexafluoruro de uranio. La empresa ve factible brindar servicios de conversión tanto a dióxido como a hexafluoruro en la planta sin terminar en Formosa.
El hexafluoruro de uranio, cuya denominación química es UF6, es el compuesto que se utiliza como materia prima en el proceso de enriquecimiento de uranio. Las centrales nucleares argentinas utilizan uranio natural como combustible y agua pesada como moderador de la reacción en cadena y refrigerante, por lo que una eventual producción de hexafluoruro sería para abastecer a la demanda internacional de combustible con uranio enriquecido.
La Comisión Nacional de Energía Atómica posee tecnología de conversión de concentrado de uranio a hexafloruro en el Complejo Tecnológico Pilcaniyeu en Río Negro. El presidente de la CNEA, Germán Guido Lavalle, estableció como un objetivo del organismo volver a enriquecer uranio en el país utilizando tecnología de centrífugas.
Desde la empresa aclararon que cualquier oportunidad y decisión de producción de hexafluoruro en el país no esta necesariamente vinculada a la planta NPU en Formosa. La finalización y el montaje de los equipos en la planta estan paralizados y por el momento se están realizando tareas de conservación para evitar la depreciación o reducir riesgos sobre la planta y sus equipos.

Acuerdo con NANO
Representantes de Dioxitek y de NANO Nuclear Energy firmaron un acuerdo no vinculante para «evaluar las capacidades actuales de la empresa estatal en la conversión de concentrado de uranio a materia prima para enriquecimiento y su infraestructura de apoyo en la Argentina, con el objetivo de realizar una inversión estratégica».
La visita de los representantes de NANO incluyó una reunión en Casa Rosada con el director de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, Diego Chaher. «Se hizo un repaso normativo de Dioxitek y de las alternativas que hay para celebrar un contrato asociativo o hablar de una asociacion público privada. Chaher mostró el abanico de posibilidades», explicaron a este medio. Dioxitek quedó fuera del listado de empresas estatales a privatizar o concesionar incluido en la Ley de Bases.

NANO Nuclear Energy es una empresa estadounidense sin trayectoria en la industria nuclear y de capital abierto, con una cotización de más de mil millones de dólares en la Bolsa de Nueva York. Su fundador y presidente es Jay Jiang Yu, un empresario estadounidense de origen asiático. En el directorio de Asesores Ejecutivos se encuentra el ex Secretario de Energía de los EE.UU., Rick Perry.
Una de las verticales de negocio que la empresa esta desarrollando es la producción de HALEU, un tipo de combustible nuclear con los niveles de enriquecimiento necesarios para reactores modulares pequeños (SMR) y avanzados (de cuarta generación). Para esto selló un acuerdo estratégico con LIS Technologies (LIST), una empresa que tiene patentada una tecnología de enriquecimiento de uranio por método laser.
La empresa también fue noticia a finales del año pasado por adquirir los activos tecnológicos de Ultra Safe Nuclear Corp. Entre estos figura el sistema patentado de reactor micro modular de USNC, rebautizado como Kronos MMR. Se trata de un diseño de reactor de alta temperatura refrigerado por gas, con una potencia eléctrica de 15 MW.
Modelo de negocio
En Dioxitek afirman que la empresa hoy no tiene problemas operativos, económicos o financieros que le impidan empezar a pensar en el mediano o largo plazo. El trabajo actual es dotar a la empresa con un modelo de negocio que le permita ser rentable.
La empresa resolvió en el último tiempo deudas que tenía con Kazatomprom por la importación de concentrado de uranio, con la Comisión Nacional de Energía Atómica, y con proveedores del proyecto NPU en Formosa.
La renegociación de la tarifa de conversión con Nucleoeléctrica contribuyó en gran medida a sanear las deudas. Desde la empresa también apuntan que estan mejorando los ingresos por la venta de fuentes selladas de cobalto-60, generando rentabilidad en ese negocio.