El presidente Javier Milei reconoció este jueves por la noche en una conversación en Neura, el canal de streaming creado por el conductor Alejandro Fantino, que el gobierno está enfrentando una “corrida cambiaria” que provocó que el dólar oficial cierre ayer en 1380 pesos, un 13,6% más que fines de junio. Como resultados del salto del tipo de cambio, que se apreció casi un 25% desde abril a la fecha, el precio de los combustibles debería actualizarse en las próximas horas. El aumento del dólar se aceleró, además, justo en la semana previa al cambio de mes; el momento en que las compañías refinadoras suelen corregir importes en sus estaciones de servicio. Sin embargo, aún no hay una decisión tomada.
Desde lo cuantitativo, no hay dudas de que el importe de los combustibles está atrasado con relación a los precios de paridad de importación de naftas y gasoil. Con un dólar cerca del techo del esquema de bandas que aplica el BCRA y el Brent nuevamente por encima de los 70 dólares —este viernes cotiza sobre los US$ 71,40—, el retraso de los precios en surtidores locales supera cómodamente un 10% y algunas fuentes del mercado lo ubican por encima del 15 por ciento.

Es evidente, no obstante, que no hay margen económico (por motivos inflacionarios) ni políticos (en la antesala de la campaña electoral por los comicios legislativos) para recuperar esa brecha rápidamente. En el mejor de los casos, la apuesta de refinadores —y en menor medida de estacioneros que advierten por el incremento de sus costos fijos— apunta a aplicar una suba parcial de entre un 3% y un 4,5% que contenga, en parte, el deterioro de los márgenes de refinación y del negocio de comercialización.
Problema adicional
El problema es que la disparada del dólar de esta semana alteró el plan original. YPF, el mayor jugador del mercado, actualizó hace 10 días (el 20 de julio) un 2,5% sus precios a nivel nacional. Lo hizo después de aplicar un aumento del 3,5% a principios de julio. Fue la primera suba en términos reales de YPF desde abril.
La medida apuntaba, por un lado, a acortar la brecha de precios con la competencia —Raízen (Shell), Axion Energy y Puma (Trafigura– que, en algunas regiones, supera el 10%. Y por el otro, a descomprimir la presión en surtidores para dejar de aplicar subas a principios de cada mes. La petrolera bajo control estatal empezó a instrumentar en julio un nuevo sistema de “micropricing”, que consiste en ajustar el precio de los combustibles en función de variables como horario de consumo (se acentuaron los descuentos para aquellos que cargan durante la madrugada), competencia en cada región y flujo vehicular.
El salto del dólar, justo a fin de julio, vuelve a introducir la variable política en la ecuación. ¿Se concretará una suba de los combustibles justo en medio de la corrida cambiaria? Podría implicar, de alguna manera, una validación tácita del valor del dólar alcanzado esta semana. “Quizás lo más prudente sea esperar unos días hasta que la tendencia del tipo de cambio se clarifique”, analizó el gerente general de una compañía petrolera.
Qué piensan en el gobierno
En un despacho oficial lo pusieron en estos términos: “Hoy los precios del crudo están en paridad de exportación, como casi nunca en la historia. Es verdad que los precios de los combustibles están atrasados. Las refinadoras vienen acompañando, porque de alguna manera entienden la importancia de las elecciones. Los biocombustibles (que a mediados de julio se actualizaron con un impacto de 0,2% en gasoil y 0,15% en naftas) también tienen algún atraso, pero menor. Y el Impuesto a los Combustibles Líquidos (que el jueves se ajustó marginalmente, con un impacto de 0,5% en el precio final en surtidores) es el más atrasado. El atraso se va a corregir gradualmente». «Creemos que el tipo de cambio va a bajar en los próximos días y eso quitará presión en surtidores”, señalaron.
Será clave saber cómo evoluciona en agosto la corrida en las refinerías, porque algunas petroleras advierten que tendrá que bajar la carga de petróleo en sus destilerías si el margen de refino se deteriora demasiado. “Es un escenario delicado. Hoy estamos pagando precio internacional al productor, pero nuestros márgenes se redujeron hasta un 15% en los últimos tres meses y por delante tenemos las elecciones, por lo que las probabilidades de poder recuperar todo el atraso rápidamente son bajas”, explicó el gerente comercial de una petrolera.