Una consulta pública del regulador energético en el Reino Unido pone el ojo en el debate sobre cómo tarifar la energía cuando las inversiones de capital pasan a ser el principal costo del sistema energético. La agencia estatal británica que regula los mercados de gas y electricidad, Ofgem, abrió la puerta a considerar una nueva forma de cobrar un cargo específico en las tarifas de energía en función de los ingresos y de la riqueza de los hogares.
Ofgem abrió a consulta pública la semana pasada una revisión sobre cómo se asignan los costos en todo el sistema energético, incluyendo el análisis y la proposición de una variedad de posibles modelos de cobro alternativos para los consumidores.
Cambios en los costos de sistema
La Revisión de Asignación y Recuperación de Costos incluye un diagnóstico sobre cómo los costos del sistema energético británico están cambiando a medida que la participación de las energías renovables va en aumento.
Los costos de generación están en retroceso a medida que la generación con fuentes eólicas y solares fotovoltaicas va reemplazando a las fuentes térmicas fósiles, que presentan costos operativos mayores vinculados con el precio del combustible, principalmente del gas natural. Estos costos disminuyeron desde la última crisis energética, que forzó la aplicación de subsidios millonarios, aunque siguen elevados con respecto a la pre pandemia.
Sin embargo, los costos vinculados con la infraestructura eléctrica vienen al alza debido a la necesidad de grandes inversiones para poder incorporar más fuentes renovables. Ofgem estimó que se necesitarán hasta £ 80.000 millones de inversión en la red de transmisión eléctrica hasta 2031 para garantizar la seguridad energética y con una transición a fuentes renovables.
Cobro según ingresos y riqueza de los hogares
Las inversiones necesarias en redes eléctricas impactarán concretamente sobre el standing charge o cargo fijo, un componente de las facturas de energía destinado al recupero de las inversiones de capital en infraestructura energética. Para que los aumentos no impacten de forma indiscriminada en todos los usuarios, Ofgem puso a consideración pública la alternativa de definir el precio del cargo fijo según los ingresos y la riqueza de cada hogar o usuario.
Las boletas de gas y electricidad se desglosan en cuatro componentes, con dos que son los centrales: el cargo fijo y la tarifa unitaria. Mientras que el primero comprende el recupero de las inversiones en infraestructura energética como redes de transmisión o gasoductos, el segundo es el cobro por la cantidad de energía consumida por cada usuario. El recupero de las inversiones en generación sucede principalmente a través de la tarifa unitaria.
Sin embargo, por su invariabilidad y su aplicación indiscriminada, la percepción pública sobre el cargo fijo es ampliamente negativa. Un relevamiento del regulador británico arrojó que el 51% de los encuestados afirmaron que preferirían eliminar por completo o reducir los cargos fijos y aumentar las tarifas unitarias.
Por ese motivo, Ofgem propuso en su revisión un abanico de posibles reformas, incluidos cargos que varíen según la capacidad de pago. El documento habla de un “cargo fijo basado en los ingresos” y un “cargo fijo basado en la riqueza”. Como punto de referencia menciona la forma en que los municipios cobran sus impuestos, aunque no ahondó en detalles.
«Los costos fijos, como los necesarios para modernizar la red energética y suministrar energía más limpia y segura a nuestros hogares, podrían aumentar. Sabemos que los clientes tienen inquietudes reales sobre la equidad y la transparencia en sus facturas, especialmente en lo que respecta a los costos fijos. Por eso, nos planteamos preguntas importantes sobre cómo y dónde se reparten estos costos», dijo el CEO de Ofgem, Jonathan Brearley.

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