Petrobras comienza a moderar las expectativas en torno a la posibilidad de incrementar significativamente el consumo del gas natural que produce en las plataformas offshore existentes en Brasil. La presidenta de la petrolera estatal brasileña, Magda Chambriard, afirmó que buscarán, en la medida de lo posible, reducir la reinyección de gas natural en los pozos del presal, pero con el foco puesto casi exclusivamente en proyectos nuevos de producción, sin contratos firmados. Actualmente en Brasil dos tercios del gas natural que se produce es reinyectado para sostener la producción de petróleo.
Chambriard opinó sobre los planes de Petrobras para aprovechar el gas asociado al petróleo que se extrae en el presal. El gobierno de Lula da Silva quiere un mayor aprovechamiento del recurso, tal como quedó reflejado en un flamante decreto presidencial que introduce cambios en la industria del gas natural con el objetivo de aumentar el consumo y la producción de gas y reducir los precios. El decreto otorga a la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) facultades para controlar la reinyección en futuros proyectos de presal.
La titular de la petrolera brasileña, que llegó al cargo este año para alinear aún más a la empresa con la política energética del gobierno, defendió el decreto. “Una cosa que realmente me gustó del decreto fue que abordaba algo que es querido por todos los países del mundo: no podemos tener un proyecto de petróleo y gas asociado en alta mar que no aborde la posibilidad de exportar gas a la costa”, dijo.
En cambio, la posibilidad de construir gasoductos para transportar más gas desde las plataformas que ya están en operación o en vías de ser instaladas quedó prácticamente descartada. “En las (plataformas) que ya están (en operación) y en las que ya se están entregando, esto no será posible, por lo que hasta que el decreto diga que haremos esto donde haya viabilidad técnica, no podemos hacer esto donde ya no existe ninguna viabilidad técnica”, afirmó Chambriard.
Reinyección de gas
La producción de gas en Brasil promedió unos 151 MMm3/d en julio, según datos de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP). Pero como el 83% del gas producido en Brasil es producción asociada al petróleo del presal, alrededor de dos tercios de esa producción es inyectada nuevamente en los pozos, en parte porque es necesario para mantener constante y aumentar la producción de crudo, en parte por el costo económico de construir los gasoductos para transportar el gas a la costa.
El decreto firmado días atrás por Lula establece que la ANP escuchará a las petroleras y analizará cada proyecto, pudiendo redimensionar el porcentaje de reinyección para cada uno. La determinación del porcentaje sólo aplicará para proyectos en análisis; es decir, sin un contrato firmado con la ANP.
“Habrá posibilidad de que el organismo regulador reevalúe la reinyección de gas por parte de las petroleras. La forma de reducir, cuánto y dónde, será discutida por las agencias con las empresas. Pero lo que no podemos tener en exploración offshore es un promedio de reinyección superior al promedio internacional”, afirmó el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira.
Las tasas de reinyección de gas en países con un perfil de producción con un predominio del gas asociado son elevadas para ayudar a extraer petróleo. Sin embargo, el porcentaje de reinyección en Brasil es de entre 65 y 70%, muy por encima de valores que se ubican entre el 20 y 25% en otros países.
“La ANP definirá con las empresas una forma de reducir la reinyección. Para plataformas actuales con contratos ya firmados, incluimos esto como una posibilidad de adherirse. Son contratos que no se pueden revisar. La obligación será para nuevos planes de inversión, aún no aprobados, que deberán buscar un mínimo de reinyección”, agregó el ministro.
Para este año se espera un aumento en la oferta doméstica con el ingreso en operación del gasoducto Rota 3. Petrobras inaugurará este mes el gasoducto que conectará el presal de la Cuenca de Santos con la unidad de procesamiento de gas en el Polo Gaslub (ex Comperj), en Itaboraí. El gasoducto Rota 3 tiene aproximadamente 355 km de longitud total y una capacidad de transporte nominal de 18 MMm3/d. Actualmente no hay otros ductos en construcción para conectar la costa con campos que ya están en operación.