En un contexto de creciente avance tecnológico y desarrollo sostenible e industrial, la celebración del 74º Aniversario de la Industria Petroquímica en el país representa la contribución significativa que la cadena de valor del sector ha tenido en la mejora de la calidad de vida de las personas. Desde el 26 de agosto de 1950 se celebra el “Día de la Petroquímica” en la Argentina, fecha en que se inauguró la primera planta petroquímica de América Latina, en la localidad de Campana (Provincia de Buenos Aires) para la producción de tolueno sintético.
Dado esto, la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP®) que fue fundada en 1949y que en la actualidad representa a 180 empresas asociadas, tiene como objeto representar a las pequeñas, medianas y grandes empresas del sector químico y petroquímico. Desde su origen, hace más de siete décadas, este sector ha sido fundamental en la transformación de los recursos naturales en productos esenciales para la vida cotidiana, abarcando desde plásticos hasta fertilizantes.
La industria en el país
En la Argentina, la industria representa hoy el 4,2% del PBI nacional y sus exportaciones anuales son aproximadamente un 19% de las ventas externas totales de manufacturas de origen industrial. La industria petroquímica argentina representa el 0,9% de la producción global y es la segunda en Sudamérica después de Brasil. Internamente, al aumentar día tras día la producción de gas no-convencional y la capacidad de transporte a diferentes puntos del país, existe un excelente potencial para monetizar el gas natural y desarrollar la industria del litio y cobre, que le darán un salto cuántico importante a la producción local de químicos y petroquímicos.
En el mercado internacional, Vaca Muerta nos ofrece la oportunidad para aumentar las exportaciones de ciertos insumos petroquímicos, agregando valor, aportando así divisas a la economía argentina.
Jorge de Zavaleta, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica (CIQyP®), afirmó: “Celebramos no solo un aniversario, sino el impacto duradero que la industria petroquímica ha tenido en nuestra vida diaria. A lo largo de estos 74 años, hemos sido testigos de cómo nuestra cadena de valor no solo ha impulsado el crecimiento económico, sino que también ha mejorado la calidad de vida de los argentinos. A su vez, las expectativas de crecimiento acompañando la monetización de los recursos hidrocarburíferos de Vaca Muerta son un pilar fundamental en el desarrollo de nuestro país. Este aniversario es una oportunidad para reconocer el trabajo de todos quienes han contribuido a este éxito y para reafirmar nuestro compromiso con la innovación y la sostenibilidad”.
Impacto
Los productos químicos y petroquímicos son fundamentales en la actividad productiva y juegan un rol principal en la industria, dado esto, en la actualidad más del 96% de los productos manufacturados tienen contacto directo con nuestra industria (96 de 100). Desde sus inicios, la industria petroquímica ha jugado un papel crucial en la economía nacional, proporcionando productos esenciales que impactan diversos sectores, desde la construcción hasta la medicina y el consumo cotidiano. La evolución de esta industria ha estado acompañada de avances tecnológicos y de sostenibilidad, consolidando a la Argentina como un actor importante en el panorama global petroquímico.
En la economía real, la industria química y petroquímica del país está conformada por más de un 50% de Pymes y en su conjunto emplea a 70 mil empleos directos, y más de 280 mil empleos en forma indirecta. En la Argentina, toda esta cadena de valor se desarrolla principalmente en 8 polos químicos y petroquímicos distribuidos de este a oeste del país, principalmente en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Neuquén. Tiene un fuerte impacto en las economías regionales por su alto valor de multiplicación de empleo de calidad.
Hacia la 5ta ola de la Petroquímica Argentina
La Argentina tiene una rica historia de inversiones petroquímicas. La 1° planta petroquímica fue la de Tolueno Sintético en Campana en la década del 40 y la instalación de plantas para suministrar productos sustituyendo importaciones. La 2° ola es la que es consecuencia de la “Promoción de la Industria Petroquímica” en los 60. La 3° es la que permitió construir los polos de Ensenada y Bahía Blanca (1er cracker a etano tomando ventaja de la producción de gas natural y su transporte a Buenos Aires). La 4° es consecuencia de las privatizaciones en la década del 90 y las expansiones del Polo de Bahía Blanca, Neuquén y desarrollos de midstream para separar los gases ricos. La 5° será la consecuencia de monetizar los hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, en especial el gas natural y sus componentes ricos (etano y superiores).
“Desde la Cámara de la Industria Química y Petroquímica celebramos no solo lo que representa la industria petroquímica, sino también el compromiso inquebrantable y la visión de todos quienes han contribuido a su crecimiento y transformación. A medida que miramos hacia el futuro, reafirmamos nuestra dedicación a la innovación, la sostenibilidad y el desarrollo continuo, con la firme convicción de seguir construyendo un sector más fuerte y competitivo para el bienestar de la Argentina”, destacaron.