La empresa estatal Dioxitek pudo acceder a los dólares necesarios para pagar una importación de concentrado de uranio, un insumo clave para la fabricación de los elementos combustibles para las centrales nucleares. El pago fue realizado a fin de junio, confirmaron desde la empresa a EconoJournal. La operación fue en el marco del contrato trianual de compra de uranio a precio spot, adelantado el año pasado por este medio.
Dioxitek adeudaba el pago por el último embarque de concentrado de uranio que llegó al país el año pasado. La empresa pudo acceder recién en junio al Mercado Único y Libre de Cambio (MULC) para abonar US$ 34,5 millones a la compañía kazaja Kazatomprom Group. El pago fue por 175 toneladas de concentrado de uranio.
El contrato prevé una entrega anual en los meses de septiembre. «El pago habilita poder recibir el segundo embarque», apuntaron desde la empresa.
Dioxitek importa el concentrado de uranio y lo convierte en dióxido de uranio. Luego este es entregado a Conuar-FAE para la fabricación final de los elementos combustibles para las centrales nucleares.
Minería de uranio
En el largo plazo, un posible retorno de la minería de uranio en la Argentina sería una alternativa de abastecimiento en un contexto internacional crecientemente complejo para la importación de uranio.
Los precios spot del concentrado de uranio vienen al alza desde mediados de 2021, cuando cotizaban apenas por encima de los US$ 30 por libra. Cameco, uno de los principales productores del metal en el mundo, informó un precio spot de US$ 84,25 por libra al cierre de junio. En enero tocó los 100 dólares.
La suba responde a la falta de nuevos proyectos de uranio para atender a la demanda futura de las centrales nucleares. La Asociación Nuclear Mundial estimó que la demanda de uranio crecerá en un tercio para el 2030. Kazajistán concentra el 40% de la producción mundial. Otro factor que agita las aguas en el mercado es la invasión de Rusia en Ucrania.
Amarillo Grande
En la Argentina, la compañía Blue Sky, una firma canadiense perteneciente al Grosso Group, informó este año una nueva evaluación económica preliminar “positiva” en uno de los yacimientos del proyecto de uranio Amarillo Grande en Río Negro. A partir de los resultados de la campaña exploratoria, la compañía acelerará la realización de un estudio de prefactibilidad.
La viabilidad económica del proyecto atrajo la atención de inversores locales. Corredor Americano SA, del Grupo Corporación América del empresario Eduardo Eurnekian, anunció el mes pasado que se asociará con Blue Sky para desarrollar el depósito Ivana de Uranio-Vanadio del proyecto Amarillo Grande. La empresa invertirá inicialmente hasta US$35 millones y obtendrá hasta un 50% de participación indirecta en la propiedad.
“La reciente PEA para nuestro proyecto Amarillo Grande confirmó el depósito de Ivana como un candidato potencial para la producción de uranio de bajo costo. La transacción propuesta con Corredor Americano proporciona beneficios convincentes para Blue Sky y sus accionistas al establecer un camino claro para llevar a Ivana a la producción en asociación con uno de los grupos más capaces de Argentina”, comentó Nikolaos Cacos, Presidente y Director Ejecutivo de Blue Sky.
Por otro lado, Blue Sky también acaba de adquirir el proyecto mendocino Corcova y el neuquino Chihuidos por un total de casi 80.000 hectáreas que son prospectivos para el descubrimiento de depósitos de uranio susceptibles de recuperación in situ (ISR).
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