Desde enero de 2019 y en virtud del Consenso Fiscal suscripto el 13 de septiembre de 2018, que fue aprobado a través de la Ley N° 27.469, cada una de las provincias acordó definir la tarifa eléctrica diferencial en función de las condiciones socioeconómicas de sus usuarios residenciales. Con esta decisión, la responsabilidad que tenía Nación de solventar el esquema de Tarifa social -a fin de que determinados usuarios paguen un precio más bajo por los servicios públicos- se trasladó a cada una de las jurisdicciones y fueron las provincias las que decidieron darle continuidad o no al esquema.
Tanto en la provincia de Buenos Aires como en Capital Federal se decidió seguir con el esquema de subsidios que estaba vigente, heredado de lo que era la tarifa social nacional, y continuar subsidiando la tarifa de los usuarios. Frente a este escenario, en 2023 la Provincia devengó en concepto de Tarifa Social cerca de $18.000 millones de pesos. En diálogo con EconoJournal, el Subsecretario de Energía de la provincia de Buenos Aires, Gastón Ghioni, indicó que “para este año se estima que esta política de subsidios implicará una erogación de $53.600 millones, representando un incremento del 184% respecto de 2023”.
Esto es así porque desde la Provincia se estableció un nuevo régimen de Tarifa Social Eléctrica -aprobado a través de la Resolución 771/2024 del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires – y con esto la cobertura de usuarios pasó de 1,7 millones de beneficiarios a tres millones, incluyendo a los usuarios N2 que no estaban dentro de la Tarifa Social.
¿Cómo funciona la Tarifa Social?
El esquema inicial de Tarifa Social, establecido por la Provincia de Buenos Aires a partir del año 2019, determinaba dos bloques de 150 kWh/mes de consumo de energía subsidiado. Los primeros 150 kWh/mes al 100% y los segundos 150 kWh/mes al 50%. Es decir, los usuarios que estaban dentro de la Tarifa Social y que consumían hasta 150 kWh/mes no abonaban el Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST), que es uno de los tres componentes que se cargan en la factura de electricidad, junto con el Valor Agregado de Distribución (VAD) y el margen de transporte. Los que consumían entre 150 y 300 kWh/mes no pagaban el PEST por los primeros 150 kWh/mes y pagaban el 50% por los 150 kWh/mes restantes, mientras que a los que consumían más de 300 kWh/mes se les aplicaba el mismo régimen, pero a partir de los 300 kWh/mes pagaban PEST completo.
Ahora, el esquema actual de Tarifa Social consiste en una bonificación, que es un monto fijo mensual que se deduce de los conceptos eléctricos facturados, antes de impuestos. «Esto involucra tanto a los usuarios que estaban considerados por la provincia como Tarifa Social (ahora denominados Grupo 1) como al resto de usuarios N2 que no eran Tarifa Social (ahora denominados Grupo 2)», explicó Ghioni.
En esa línea, el funcionario detalló que «los porcentajes que subsidia la Provincia dependen de la categoría de consumo y distribuidora. La Provincia amplió el universo de usuarios y estableció la asignación de una bonificación».
A su vez, con la sanción de la Resolución SE N° 90/24 y 92/24, el gobierno nacional estableció para los usuarios N2 un bloque de consumo de energía subsidiado hasta 350 kWh/mes. Por lo que, todo consumo que tengan los usuarios que se ubiquen por encima de los 350 kWh/mes se deberá pagar al precio de un usuario N1.
En el mismo sentido, se estableció para los usuarios N3 un bloque de consumo de energía subsidiado hasta 250 kWh/mes, por lo cual todo consumo por encima de los 250 kWh/mes se pagará al precio de un usuario N1. Estos bloques de consumo se amplían a 700 kWh/mes y 500 kWh/mes si se tratan de usuarios que se encuentran en zonas bioclimáticas catalogadas como “Zonas Frías”.
El esquema está destinado a usuarios residenciales con un ingreso neto inferior a dos jubilaciones mínimas, hogares con ingresos limitados a gastos de subsistencia.
También, a hogares donde cualquier integrante cuente con certificado de discapacidad o enfermedades crónicas y a hogares monoparentales, inmuebles no residenciales que sean utilizados como vivienda.
¿Cuál es el impacto que tiene para la provincia de Buenos Aires?
Lo que ocurre con este esquema de subsidios es que cuando se aplica un nuevo aumento en las tarifas eléctricas esto repercute de forma directa en la Provincia, puesto que el esquema de segmentación tarifaria que se comenzó a aplicar durante la gestión anterior se superpone con el de Tarifa Social. Esto es así debido a que cuando comenzó la inscripción al Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) se llevó a cabo un cruce de datos con los padrones provinciales y todos los usuarios que eran beneficiarios de la Tarifa Social quedaron nucleados en el Nivel 2, de bajos ingresos. Por lo que, cuando se aumentan las tarifas de los N2 a quien más afecta la suba es a la Provincia, que es la que debe solventar la Tarifa Social.
El impacto que tuvieron los últimos aumentos en las tarifas de electricidad aplicados por el gobierno nacional significó para la provincia de Buenos Aires un incremento del 80% en promedio para los N2; de un 14% para los N1 y de un 69% para los N3, teniendo en cuenta las facturas de un usuario residencial con un consumo de 150 kWh/mes incluyendo impuestos.
Las facturas de EDEA para los N2 que en marzo rondaban los $ 9.186 en junio se ubicaron en torno a los $14.675. Las facturas de EDEN que en marzo se estaban en los $ 11.597 en junio alcanzaron los $ 17.046.
A su vez, las boletas de EDES en marzo para los N2 representaban $ 12.990 y en junio $ 18.424. Mientras que las de EDELAP en marzo estaban en $ 8.133 y en junio en $ 13.965.
Si bien desde 2019 la provincia de Buenos Aires financia el costo de la Tarifa Social eléctrica, Ghioni indicó que “al principio de su implementación una parte de un préstamo del Banco Mundial financió este esquema. Pero en la actualidad es financiado de manera íntegra con recursos de la Provincia”.
En este sentido, el esquema pasará a aplicarse a todos los hogares con ingresos menores a los $870.000, pertenecientes al grupo N2 del padrón de segmentación nacional.