La Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) comunicó que Brasil se transformará en otro país aliado dentro del esquema OPEP+. El gobierno de Lula da Silva recibió el jueves pasado la invitación y el líder brasileño confirmó el sábado que se sumará al grupo. A su vez, varios países acordaron mantener e incrementar sus recortes voluntarios de producción de crudo durante los primeros meses del año próximo, totalizando 2,2 millones de barriles por día.
Brasil evalúa sumarse a la OPEP+
La organización informó que Brasil se sumará a la Carta de Cooperación de la OPEP+ a partir de enero. En la reunión ministerial virtual el ministro de Minas y Energía del Brasil, Alexandre Silveira de Oliveira, aclaró que el presidente Lula da Silva recibió la invitación a formar parte de la OPEP+ y que el tema será evaluado por el área técnica del gobierno, aunque mandatario brasileño ya dio por hecho que formarán parte de ese espacio.
“Es un momento histórico para Brasil y la industria energética, abriendo un nuevo capítulo de diálogo y cooperación internacional en el campo energético”, afirmó el ministro. Silveira destacó el papel de la OPEP+ en el mantenimiento de la “estabilidad de los mercados del petróleo y la energía”. Añadió que esta “estabilidad trae beneficios no sólo a los países productores de petróleo, sino también a los consumidores”.
“Sólo un detalle adicional. Todo está bien, de acuerdo. Hay una etapa de análisis detallado por parte de nuestro equipo técnico del documento recién recibido, que forma parte del protocolo brasileño. Y como Brasil presidirá el G20, y especialmente el tema de la energía y también la COP30 en 2025, es importante que la adhesión de Brasil se lleve a cabo, si es posible, en un evento cara a cara en Viena con los demás ministros«, explicó Silveira.
Durante el fin de semana, Lula da Silva afirmó que el objetivo es liderar la transición energética entre los países petroleros. «Brasil no participará en la OPEP, sino en la OPEP+. Destaquemos la importancia de superar la política de combustibles fósiles, para que los países que ganan dinero con esta política puedan invertir en la energía del futuro, la energía verde. Esta superación es un deseo, pero el camino para llegar a ella es un desafío», afirmó el presidente en la red social X.
Implicancias
La adhesión de Brasil al esquema OPEP+ tendrá implicancias estructurales para el mercado petrolero brasileño, apuntó en un análisis detallado el experto en mercados energéticos Anas Alhajji. «Las compañías petroleras nacionales poseen y operan los campos en muchos países de la OPEP. Petrobras posee y opera campos de petróleo y gas en Brasil, pero es una empresa que cotiza en bolsa y cotiza en las bolsas de Estados Unidos y Europa. Si reduce la producción junto con otros miembros de la OPEP, podría enfrentar algunos problemas legales en Estados Unidos y Europa«, apuntó.
Las petroleras en los países que integran la OPEP o aliados suelen incluir en sus contratos con compañías de servicios y otras petroleras una clausula que obliga a recortar la producción si el gobierno lo solicita dentro de la cuota de la OPEP. «Muchas compañías petroleras internacionales operan en Brasil y los contratos NO incluyen dicha cláusula. El gobierno no puede obligarlos a recortar si la OPEP+ se lo pide«, explicó Alhajji.
Para el Brasil el principal beneficio tangible de integrarse al esquema sería la coordinación en la reducción de la producción cuando los precios colapsan. Pero el analista apunta al beneficio político de un movimiento de semejante magnitud. «Probablemente el mayor beneficio de ser miembro de la OPEP+ en el futuro es que los miembros se mantendrán unidos contra ciertas políticas que dañan sus industrias de petróleo y gas. La ironía aquí es que Brasil estuvo a la vanguardia de la lucha contra la OPEP en la década de 1970 al adoptar biocombustibles y combustibles flexibles. Este no es el caso ahora, después de la producción masiva de petróleo en alta mar», analizó.
Recortes voluntarios
La OPEP+ discutió en la 36.ª cumbre ministerial celebrada el jueves pasado la producción de crudo en 2024 en un contexto de pronósticos de potencial sobreoferta en el mercado y del fin del recorte voluntario de un millón de barriles diarios de producción por parte de Arabia Saudita en diciembre.
Finalmente, se acordaron incrementos en algunos recortes voluntarios de producción por país que quitarán del mercado unos 900.000 barriles diarios. Con este incremento el recorte total voluntario (por fuera de las cuotas de producción) ascenderá a 2,2 millones de bpd entre enero y marzo de 2024. Estos recortes voluntarios se calculan a partir del objetivo de producción requerido para todo el 2024 según la 35.ª Reunión Ministerial de la OPEP celebrada en junio, definido en 40.463.000 millones de bpd.
Los recortes voluntarios se distribuyen de la siguiente manera: Arabia Saudita (un millón de bpd), Irak (223.000 bpd), Emiratos Árabes Unidos (163.000 bpd), Kuwait (135.000), Kazajstán (82.000), Argelia (51.000) y Omán (42.000). Esto se complementa con la decisión de Rusia de mantener el recorte de 500.000 hasta marzo, distribuidos en 300.000 barriles menos de producción de crudo y 200.000 barriles menos de exportación de combustibles.
El anuncio no tuvo mayor impacto en los precios internacionales del crudo. El Brent abrió la jornada del viernes levemente a la baja, cotizando a US$ 80 por barril al cierre de esta publicación.