YPF, la petrolera controlada por el Estado, emitió la semana pasada un título de deuda en dólares por US$ 125 millones en el mercado local. La compañía reabrió este jueves la suscripción de ese mismo bono de tipo hard dólar, por lo que tanto el capital como los intereses se expresan en divisa norteamericana. El objetivo es levantar entre 150 y 200 millones de dólares más para completar una emisión total cercana a los US$ 300 millones, según comentaron a EconoJournal fuentes privadas al tanto de la operación.
“Es parte de los ejercicios regulares de fondeo que hace YPF a lo largo del año. En este caso, se aprovechó la demanda puntual que hay para estos productos. Hace un par de semanas se había emitido y justo al cierre (la semana pasada) se publicó una nueva regulación del Banco Central que generó nueva demanda. Por eso la reapertura de esta semana”, explicaron las fuentes consultadas.
La tasa de interés que reconoció YPF por la suscripción de la semana pasada fue de un 5%. Se espera que la colocación de hoy y mañana viernes se cierre con una tasa similar.
Combustibles
YPF aprovechará esta ventana de oportunidad que se abrió en el mercado local a partir de la regulación establecida por el BCRA para reforzar el flujo de fondos necesario para apuntalar el nivel de inversión anunciado para este año de más de US$ 5000 millones. La petrolera se fijó una meta ambiciosa difícil de cumplir en una economía con altos niveles de inflación y más en un año electoral. Consultores y directivos del sector advierten desde hace tiempo que no sería fácil para YPF poder cumplir con el capex previsto.
El atraso del precio de los combustibles registrado en el primer semestre del año —el Ministerio de Economía fijó una pauta del 4% que terminó siendo inferior a la tasa de depreciación del tipo de cambio— complicó aún más la situación. Esta emisión en moneda dura apunta a conseguir recursos líquidos para morigerar un eventual recorte de inversión.
Al ser una emisión en dólares, el riesgo potencial para YPF radica en que el Estado —durante esta administración o la que asuma el 10 de diciembre— no permita que el precio de las naftas y gasoil siga la evolución del dólar frente a un salto discreto de la divisa norteamericana. Pero incluso en ese caso, al tratarse de una emisión que en el mejor de los casos podría alcanzar los US$ 300/350 millones, no acarrea en sí misma un riesgo sustancial.