Nicolás Gadano, economista y principal referente en materia de energía de la Fundación Pensar y de Juntos por el Cambio, describió su visión sobre la política tarifaria que debería haber en la Argentina. “La segmentación será una herramienta para ir avanzando en la idea de que, con las excepciones de los usuarios que lo ameriten, el grueso de la población pague la energía por lo que vale”, remarcó Gadano en diálogo con EconoJournal al término del evento Vaca Muerta Insights, un evento organizado por La Mañana de Neuquén y EconoJournal que reunió a fines de mayo a casi 200 empresarios y referentes del sector en el Hipódromo de Palermo.
Gadano destacó también que “la mayoría de los usuarios deberían estar en lo que hoy es el Nivel 1 y eventualmente el Nivel 3, pero cuidando que esa cantidad que este último nivel hoy tiene subsidiada sea verdaderamente razonable y pequeña, de manera tal de que la gente tenga un umbral de consumo que pueda ser subsidiada durante un tiempo, pero que, si se excede, pague el costo de la energía”. Además, señaló que “el Nivel 2, que son los que tienen las tarifas más bajas, no pueden ser el 50 o 60 por ciento de los usuarios. Tiene que ser mucho más acotado”.
Barril criollo
El economista de la Fundación Pensar dio su visión sobre cómo debería ser el sistema de precios interno del barril de petróleo en la Argentina. “Una industria petrolera y gasífera que se pone los pantalones largos y pasa a exportar cantidades significativas, como mencionó el gobernador (de Neuquén, Omar Gutiérrez, que participó de un panel en el evento Vaca Muerta Insights), de producir 1.000.000 de barriles diarios, sería un récord histórico. Vamos hacia ese objetivo y a exportar 500.000 barriles por día. Esto va a estar expuesto a la volatilidad del mercado petrolero mundial, que sabemos que depende de la OPEP y de un montón de otros factores”, indicó.
Además, sostuvo que “en algún momento en la Argentina hubo barril criollo para tratar de amortiguar cuando los precios bajaron mucho. Si vamos a una industria exportadora, es imposible que el Estado con recursos, o los consumidores, banquen una eventual baja de precios. Entonces, una industria más grande y exportadora tiene que ser también una industria más flexible y competitiva para enfrentar eventuales bajas de precios en los mercados. De todos modos, ojalá que nunca lleguen este escenario”.
– ¿Cuáles son los principales desafíos que tiene el sector en relación con la macroeconomía?
Lo más complejo, en términos de dificultad, va a ser reestablecer el sistema de precios de la energía en todos los sectores de la cadena de crudo y derivados. Y, especialmente en lo sectores más regulados como el gas y electricidad, donde hay brechas muy grandes respecto al costo de lo que paga la demanda, que, además, se van a agravar si se modifica el tipo de cambio oficial. Es algo muy desafiante porque ya sabemos que la contrapartida de esos precios bajos son los subsidios fiscales que el Estado no tiene cómo pagar.
A su vez, este sector ya hoy tiene una dinámica productiva y exportadora que, desde el punto de vista de las divisas, pero también en términos de empleo, desarrollo y mejora del nivel de actividad, es muy positivo. Por lo tanto, el sector energético también es una palanca que, si se la activa más, puede contribuir a la estabilización macroeconómica.
– ¿Qué obras energéticas debería encarar el Estado con ingresos públicos?
En principio, deberían ser las menos posibles porque el Estado no tiene plata. Financiar obras públicas con emisión monetaria es condenar a la Argentina a una alta inflación y volatilidad. Ahora, es cierto que hay algunas obras puntuales, básicamente en infraestructura de transporte, midstream en gas y electricidad, que probablemente haya que continuar o hacer con algún vehículo que incluya recursos públicos. A la larga, esperemos que puedan reconstruirse esquemas contractuales más de mercado en donde el sector privado sea el que invierta.
– ¿En otros segmentos no ves que el Estado encare obras de infraestructura?
En la medida en que el sector privado, y creo que en la mayoría de los segmentos de la industria energética puede hacerlo, lo que hay que tratar es de fomentar la inversión privada.